James Mills, un exlegislador demócrata que dirigió el senado de California durante la mayor parte de la década de 1970 y se le atribuyó el mérito de salvar miles de monumentos históricos, falleció a los 93 años.
Mills murió el 27 de marzo después de luchar contra el cáncer de riñón, dijeron miembros de su familia al San Diego Union-Tribune.
La trayectoria de Mills como funcionario en San Diego
Durante sus 22 años representando a San Diego en la Asamblea y el Senado del estado, el ex maestro de historia de escuela secundaria fue el autor de una ley llamada Ley Mills, que evita que los edificios históricos sean demolidos al reducir los impuestos a la propiedad para los propietarios que los preservan. También fue autor de la legislación que creó el sistema de tranvías de 87 kilómetros de San Diego y el Parque Estatal Old Town.
Mills también se desempeñó como senador pro tempore (por un tiempo) desde 1971 hasta 1980, la principal posición de liderazgo del organismo.
Introdujo una enmienda constitucional en 1966, luego aprobada por los votantes, que convirtió a la Legislatura en una operación de tiempo completo.
Antes de eso, los legisladores celebraban una sesión legislativa completa cada dos años, con reuniones limitadas para aprobar un presupuesto y tratar otros temas urgentes en el medio.
El cambio tenía la intención de ayudar a la Legislatura a responder más rápidamente a las necesidades de un estado de rápido crecimiento. Pero después de que se implementó, Mills llegó a lamentar el cambio y dijo que sentía que le robaba a los legisladores el tiempo libre necesario para reflexionar sobre lo que estaban haciendo y lo que habían hecho.
Después de dejar la Legislatura, Mills presidió la Junta de Desarrollo de Tránsito Metropolitano en San Diego durante nueve años. Su sede lleva su nombre. También sirvió temporadas en la junta de Amtrak y la Autoridad de Trenes de Alta Velocidad de California.
“Papá creía que el gobierno existía para servir a la gente y luchó por la justicia, la educación, la protección ambiental, la costa, el clima y los servicios públicos”, dijo su hija Beatrice Germain. "Era un verdadero progresista de la vieja escuela y todos estamos orgullosos de lo que contribuyó".
mg
