Política

Hipótesis: falla en convoy, velocidad, error humano...

Investigación. Imágenes revelan que la construcción seguía intacta tras el accidente; descartan durmientes

La zona cero del descarrilamiento del Tren Interoceánico no presenta daños en vías, construcción e infraestructura, por lo que las autoridades analizarán como causas del accidente posible exceso de velocidad, errores de maniobra del maquinista y desperfectos en el convoy, entre otros.

Las primeras imágenes del km 230+200, entre Mogoñé Viejo y La Mata, municipio de Nizanda, Oaxaca, revelan que la obra se mantuvo intacta después del hecho, que dejó como saldo 13 personas muertas y 98 lesionadas.

En las fotografías se aprecia cómo los rieles, los durmientes y las vías soportaron el accidente, incluso en la curva en la que se registró el descarrilamiento y donde se observa el convoy accidentado.

En otra imagen de la zona cero, donde se contemplan mallas para evitar derrumbes de los cerros y que pueda llevarse a cabo la operación, se nota un tren colapsado; sin embargo, la estructura de la vía continúa firme.

A pesar de que la normatividad permite alternar durmientes de concreto presforzado monoblock (tipos B‑58 o I‑84RN) con durmientes de encino (madera dura) —acompañados de un dispositivo antivuelco “curve‑bloque” para curvas de seis a nueve grados métricos (radios menores a 127.5 metros)—, en la zona cero del accidente solo se aprecian los primeros.

Tanto en el lugar del accidente como en las vías subsecuentes se observa que todos los durmientes son de concreto, descartando la posibilidad de que hayan estado mezclados con los de madera.

Por ello, las autoridades a cargo de la investigación analizan un posible desperfecto en los carros del convoy o un error humano del operador de la locomotora, perteneciente al Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana.

Al respecto, el titular de la Secretaría de la Marina, el almirante Raymundo Pedro Morales, dio a conocer que las investigaciones sobre el accidente ocurrido en la Línea Z del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec contemplan la revisión del registrador de movimientos de la unidad, mejor conocido como “caja negra” o “pulser”.

Ese dispositivo se encarga de registrar todos los datos sobre el viaje del tren, resguarda la información de la velocidad, la posición del acelerador, la presión del freno y la dirección de avance, entre otros.

La información que se obtenga de la “caja negra”, apuntó el almirante, será fundamental para determinar si en algún momento el convoy excedió la velocidad recomendada en el tramo, como han comentado algunos testimonios de los pasajeros que viajaban en el mismo.

En ese sentido, esta evaluación técnica de los hechos será responsabilidad coordinada específicamente de la Fiscalía General de la República, la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.

Por su parte, expertos ferroviarios han señalado que el descarrilamiento del Tren Interoceánico no puede atribuirse a un solo factor.

El ingeniero civil Eduardo Ramírez Cato subrayó que la zona presenta pendientes y curvas pronunciadas, además de que la velocidad del tren, el tipo de fijación del riel, el estado de los durmientes y el material rodante (locomotoras y coches con décadas de antigüedad), consideró, son variables a investigar.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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