El inicio de la confección del lábaro patrio comienza con el corte de la tela, un tipo de nylon con tejido Ripstop que se somete a un reforzamiento a 190 grados centígrados durante varias horas, a fin de eliminar impurezas y evitar que la tela pierda resistencia.
A esa temperatura se le añade la pintura roja o verde, que está adicionada con agentes repelentes al agua y a los rayos ultravioleta, lo que le permitirá resistir las condiciones climáticas a alturas de hasta 110 metros.
La fábrica de la institución castrense elabora banderas que se colocarán en astas que van de los 50 a los 110 metros de altura, con dimensiones de 25.50 por 14.29 metros, a los 55 por 31.43 metros de superficie.
Para la confección de cada bandera monumental son necesarios hasta mil 400 metros de tela; al año se fabrican en promedio 25.