Luego de que policías municipales de Puebla capital encontraron un nuevo huachitúnel en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán el pasado jueves, el gobernador Miguel Barbosa indicó que podría haber un nuevo modus operandi para que bandas dedicadas al robo de hidrocarburo evadan la ley.
En conferencia de prensa, el titular del Ejecutivo estatal aseguró que algunas empresas de gas LP optaron por sacar de las calles sus unidades repartidoras y, en su lugar, utilizan las de terceros para ofrecer el producto.
Sin embargo, explicó que la extracción del gas pudo haberse realizado de manera ilegal a través de tomas clandestinas conectadas al ducto Cactus-Guadalajara, que atraviesa gran parte de la zona central del estado.
“Tenemos identificado una forma de comercializar el gas robado, ahora las plantas, que son las que podría comprar ese gas robado ya no tiene unidades distribuidoras, quienes la distribuyen son terceras personas".
Expuso que la Coordinación General de Protección Civil del Estado (Cgpce) deberá establecer propuestas de acción para supervisar que el gas repartido en hogares y establecimientos no se haya obtenido mediante una toma clandestina.
"Tendrán que diseñar una propuesta de acción para revisar a las gaseras que ya no distribuyen y lo hacen a través de intermediarios, (saber) a donde se entrega ese huachigas”.
Barbosa comentó que en próximos días se empezará a implementar una nueva estrategia diseñada por Pemex, Guardia Nacional, Sedena, la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado para prevenir el robo de gas, sobre todo en el área del Triángulo Rojo, así como en los municipios de Esperanza, Tepeaca y Puebla.
Reconoció que dicha actividad ilícita ha tenido un repunte en las últimas semanas y dejó en claro que no se han descubierto todos los huachitúneles que hay en Puebla, por lo que continuarán trabajando sobre el tema y seguir "dando golpes" a las bandas criminales.
mpl