De acuerdo con el Programa Preventivo de Temporada Invernal en el Estado de México unas cinco millones 647 mil personas, entre adultos mayores, niños, menores de cinco años y personas con discapacidad, se encuentran en riesgo ante las bajas temperaturas, siendo las zonas montañosas las más susceptibles de heladas.
El documento que elabora la Coordinación General de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo de la entidad, indica que zonas como la región del Valle de Toluca y los sistemas volcánicos del Xinantecátl, el cerro de Jocotitlán y la región del Iztaccíhuatl-Popocatépetl son las más susceptibles a presentar frente fríos, masa de aire ártico, heladas, neblinas, lluvias intensas y granizo.
El reporte destaca a Temoaya, Zinacantepec, Ocoyoacac, Amanalco, Almoloya de Juárez, Tenango del Valle, Toluca y Amecameca por sus heladas severas y condiciones invernales extremas.
“Los frentes fríos del norte del país generan fenómenos de bajas temperaturas recurrentes, con mayor intensidad en municipios por arriba de los 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar, como Toluca, Zinacantepec, Amanalco y Ocoyoacac”, informó.
También se considera a los habitantes de Villa Victoria, San Felipe del Progreso, Ixtlahuaca, Atlacomulco y El Oro que habitan en viviendas precarias en zonas altas y de riesgo.
Pronóstico
Para el invierno 2025–2026, en el estado se estima que de diciembre a enero se presenten días con mayor descenso en la temperatura.
Sin embargo, registros del Servicio Meteorológico Nacional y Protección civil estatal arrojan que los meses de noviembre a febrero presentarán las condiciones climáticas más severas del año.
A nivel nacional, de septiembre de 2025 a marzo de 2026 contempla 48 sistemas frontales en total, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua.
Ante este panorama, Protección Civil mexiquense emite recomendaciones a la población entre ellas: abrigo adecuado mediante la técnica de capas, se debe cubrir cabeza, manos y pies; mantener una alimentación balanceada, rica en calorías y vitaminas A y C; e ingerir líquidos tibios para mantener la temperatura corporal. Uso de bloqueadores solares, cremas hidratantes y protectores labiales para proteger la piel del frío y del ambiente seco.
Usar de manera segura calefactores y chimeneas; ventilación adecuada para prevenir intoxicación por monóxido de carbono, evitar el uso de anafres, braseros u otros dispositivos de combustión en espacios cerrados y mantener la precaución en superficies resbaladizas, techos y áreas expuestas a hielo o nieve.