Los grandes retos que nos quedan por delante son: construir un código ético de respeto a la naturaleza y a los derechos de las siguientes generaciones; utilizar el vasto conocimiento científico acumulado por décadas para la construcción de políticas públicas; fomentar el consumo responsable y los sistemas productivos con criterios ambientales incluyendo el uso diversificado de la biodiversidad; analizar y atender los grandes problemas, como la seguridad alimentaria, en todas sus dimensiones, ambientales, sociales y económicas, de manera integral, territorial e interdisciplinaria; fortalecer los espacios de participación social para encontrar soluciones desde lo local y regional, entre otros.
Frente a la naturaleza
La sociedad, en general, tampoco levanta las banderas de la defensa ambiental, salvo algunas pocas organizaciones que seguimos siendo marginales.
Ciudad de México /