A pesar de que el zorro es una especie en peligro de extinción, en el tianguis de San Juan Bosco se expenden pieles de este animal, sin ninguna restricción o control por parte de autoridades. La piel de zorro es de las más codiciadas y caras en el mercado por su rareza, belleza y versatilidad al utilizarse en prendas de vestir y como pieles decorativas en los hogares.
En el tianguis semanal que se instala en varias calles de la colonia San Juan Bosco se pueden encontrar dichas pieles a precios que incluso pueden ir a los seis mil pesos.
En un recorrido realizado por MILENIO en el tianguis, se encontró entre otras pieles exóticas una piel que fue denominada por el vendedor como 'piel de zorro plateado' y la cual llamaba mucho la atención de las personas que pasaban por el lugar, el vendedor la ofrecía en dos mil pesos.
"Es una piel de zorro plateado, está muy bonita se puede poner como decoración en las casas o darle cualquier uso que se le quiera dar, la verdad es una pieza que luce mucho y hay muy pocas de estas", comentó un comerciante a un posible comprador.
MILENIO publicó a inicio de semana que el tráfico de pieles sobre todo exóticas, en tianguis de la ciudad de León, es una práctica común y lo más grave de ello es que se ofertan pieles sin acreditar su legal procedencia o registro de aduanas como fue el caso de una piel que se ofrecía como una oreja de elefante.
El delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) José Isaac Calderón, informó que en próximos días se estarían realizando operativos en diversos tianguis del municipio para detectar este tipo de prácticas que van en contra de la ley.
En el mismo recorrido realizado el día de ayer en San Juan Bosco se informó que dicha piel por parte de los vendedores "La vendemos en 2 mil pesos y la verdad es que está muy bien cuidada y no hay de estas porque hay otras que llegan a costar hasta los seis mil pesos".
Durante el recorrido no se observó a ningún tipo de autoridades que regularan la situación y por el contrario se encontró con vendedores menores que ofrecían pedacería de pieles exóticas pero no como tal, pieles enteras como la de 'zorro plateado'.