El Parían, es sin duda unos de los lugares más conocidos de todo Jalisco, así como el principal atractivo turístico del municipio de San Pedro Tlaquepaque y es que no solo es reconocido por sus bebidas, comidas y amenidades como el mariachi y baile folclórico que son parte de él, es un lugar con años de tradición.
En este popular lugar se disfruta de un ambiente de fiesta mexicana con música en vivo, espectáculos de ballet folclórico, mariachi y 19 cantinas y restaurantes con los mejores platillos que rodean un kiosco con hermosos jardines.
El nombre de Parián fue concebido gracias a Fray Andrés de Urdaneta cuando encontró el viaje llamado "Tornaviaje" en 1565 en donde viajaba de Barra de Navidad a Filipinas, ida y vuelta. Parián es una palabra de un pequeño pueblo llamado Tagalo de la isla Luzón en Filipinas, por lo tanto la palabra es del lenguaje tagalo y significa "Mercado Chino".

Un poco de historia
Para el año de 1877, Francisco Martínez Negrete Alba un poderoso empresario se asoció con 18 miembros que aportaron un capital de 10 mil 750 pesos cada uno, divididos en 23 acciones de 450 cada una.
El objetivo de la sociedad era construir en la plaza principal de Tlaquepaque el edificio del Parián que consistió, en ese entonces en un cuadro con 24 puestos destinados a ser tiendas; además con un patio interior, corredores exteriores e interiores y a futuro la construcción de segundos pisos si los empresarios así lo deseaban.
Para 1878 la junta directiva se reunió para solicitar la autorización del Ayuntamiento a fin de comenzar las obras de construcción y se les cedió la parte de la plaza principal para que en ella lo construyan ya que señalaron, era conveniente al ornato, comodidad y servicio público.

En ese entonces en la plaza había puestos y vendimias por lo que fue desocupado y por cuenta de los empresarios del Parlan quienes además indemnizaron a cada uno de los vendedores.
Finalmente, el proyecto se llevó a cabo a fines de 1879 a 1885 y sirvió como mercado para la venta de diversos productos comestibles y manufactura de los pueblos indígenas de la región.
El proyecto del Parián, obra que su costo total fue responsabilidad de la sociedad, era en un cuadro de 24 puestos que construyeron los accionistas, y cada uno debía pagar mensualmente al Ayuntamiento 50 centavos por cada "piso de tienda"; se les prohibía construir trastiendas y se les obligaba a dejar un corredor interno.
Los accionistas, fueron propietarios "superficiales" de los puestos; las banquetas y las 8 entradas patrimonio del Ayuntamiento, y se destinaron para paseo y recreo del público con la prohibición expresa de poner cualquier tipo de vendimia, salvo en la época de las fiestas patronales.

Este famoso lugar ocupa una manzana de terreno de 100 metros por lado, con 2 portales de arquería de cantera, formados por arco de medio punto sobre columnas dóricas en el segundo nivel, muestra ventanas enmarcadas en cantera con balcones, mientras que en el centro hay un kiosco de doble artesanía en hierro forjado rodeado por amplios jardines con rosales y cuatro fuentes en cada esquina.
Para 1900 este mercado ya estaba consolidado y personas de San Martín de las Flores, Tateposco, Las Juntas, Las Higuerillas, Las Pintas y de otras rancherías acudían a abastecerse de sus víveres, poco a poco esto fue cambiando y para 1905 surgió la primera cantina y luego le siguieron otras.

Actualidad
Actualmente este espacio cambió por completo y dejó de ser un mercado para convertirse en el centro de atracción con todo el folclor mexicano, ambiente de fiesta y tradición. Su kiosko, al centro es el escenario perfecto para galas de ballet folclórico, así como mariachi en vivo.

Esta construcción colonial alberga una serie de restaurantes tradicionales en donde se pueden degustar platillos típicos, así como un sinfín de bebidas y preparados especiales.
Y aunque permaneció cerrado por cerca de dos meses por la contingencia del coronavirus, ya comenzó con la reactivación en algunos establecimientos siguiendo las medidas sanitarias correspondientes.
MC