Ante la problemática de la cada vez más escasa disponibilidad de agua para consumo doméstico sea en las grandes ciudades donde la densidad poblacional y el crecimiento habitacional obliga a racionar su uso, o en localidades apartadas donde resulta sumamente costoso introducir redes municipales de agua potable, existe una solución accesible y sustentable: cosechar el agua de lluvia.
Esta es la solución que Stepanhya Casimiro y Daniel Tagle proponen para paliar el problema de abasto de agua. La primera, académica de la Universidad de Sonora, y el segundo, académico del Departamento de Estudios Sociales de la Universidad de Guanajuato, llegaron a esa conclusión en el estudio denominado: Cosecha de agua de lluvia: una estrategia para enfrentar el problema social del acceso al agua en la ciudad de León, Guanajuato.
Y es que según se detalla en el documento, las necesidades de agua de los habitantes de una casa pueden ser solventadas durante un tiempo determinado cosechando el agua de lluvia que cae sobre los techos.
Desde la época prehispánica en algunas regiones ya se practicaba la cosecha de agua en artefactos como jagüeyes, ollas de barro o cisternas rudimentarias. Hasta nuestros días, esa práctica se realiza con éxito en zonas rurales mediante canaletas en los tejados.
En el norte del país, la Universidad de Monterrey desarrolló un modelo denominado “techo-cuenca” que modifica la inclinación de láminas galvanizadas para obtener un mayor volumen de agua. Esta metodología, estiman los académicos, sería de fácil replicación en León, donde estimaron que alrededor de 50 mil viviendas no están conectadas aún a la red de agua potable de SAPAL.
Según los análisis realizados, esta y otras tecnologías disponibles son recomendables en regiones con precipitaciones que van de 500 a 600 milímetros. La buena noticia es que estadísticamente, la ciudad de León promedia anualmente 600 milímetros.
Lo anterior sugiere que con un buen sistema de captación, podrían recaudarse alrededor de 8 mil 280 litros de agua con tan solo una superficie de techo de 12 metros cuadrados y un sencillo sistema potabilizador de bajo costo. Esa cantidad de líquido es suficiente para cubrir las necesidades de agua 4 personas durante dos meses, suponiendo un consumo estándar de 50 litros diarios, sin necesidad de estar conectados a una red de agua potable.