La prefecta de la secundaria general nueve, Manuel Fernando Soto Pastrana, en la colonia La Raza, puede perder su plaza y ser separada del cargo luego que fue sentenciada por el delito de violencia familiar equiparada agravada, derivado de la muerte de un alumno de dicho centro educativo, reconoció el titular de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), Natividad Castrejón Valdez.
Maestra fue sentenciada a prisión
En julio de 2024 Yahir se quitó la vida y familiares acusaron que fue derivado del acoso que sufría por parte de la prefecta, identificada como Pilar, quien la semana pasada fue sentenciada a dos años de prisión, una disculpa pública y debe someterse a tratamiento reeducativo.
La pena de prisión podrá ser conmutada con jornadas de trabajo comunitario; sin embargo, familiares de Yahir subrayaron que aún queda pendiente la sanción al interior del ámbito educativo y demandaron que sea suspendida de manera definitiva.
SEPH espera resolución final del órgano interno de control
Cuestionado al respecto, Castrejón Valdez respondió que la subsecretaría de Educación Básica y el órgano interno de control investigaron a la prefecta Pilar, por lo que próximamente darán a conocer su veredicto.
“Seguramente con la determinación de la autoridad competente y la aceptación de la involucrada que asume que cometió actos de violencia, será un factor más para que en unos días nos den la determinación final acerca de cuál será la sanción, que de acuerdo a la ley nosotros podemos ejecutar”, declaró el titular de la SEPH ante medios de comunicación.
Al ser cuestionado por la postura de la sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sobre el caso de Yahir, Castrejón Valdez agregó que no se permite ningún tipo de abuso, violencia física, psicológica y sexual, cualquiera que sea la persona que la cometa.
“Se investiga con imparcialidad, se permite que los órganos competentes tomen sus resoluciones, pero de parte del sindicato y de ningún funcionario no debe existir la mínima probabilidad de solapar conductas de este tipo”.
Anteriormente, familiares narraron que las agresiones de la prefecta contra Yahir, de 15 años de edad, consistieron en amenazarlo con no darle sus documentos de fin de curso e incluso lo humilló al no dejarlo entrar a clase y decirle que sus padres no lo querían.
