El exponer su integridad en beneficio de la seguridad del municipio de Juárez tuvo consecuencias para el oficial Eduardo Martínez Borda, quien fue víctima de un fuerte golpe en la cabeza y a pesar de tener secuelas, el municipio le exige volver a sus labores.
El incidente que lo dejó incapacitado se presentó en abril del año pasado, cuando un hombre lo golpeó mientras intentaba controlar una riña vecinal, lo cual le dejó severas secuelas.
“Tuve un incidente en un auxilio, ahí fui agredido por una persona con un objeto contuso en la cabeza; de ahí para acá, he estado con ese problema, incapacitado sobre un traumatismo craneoencefálico”, narró Eduardo.
Luego del incidente, el oficial fue atendido en el Hospital Central ubicado en el municipio de Guadalupe, servicio que brinda su seguro, y fue un neurólogo quien estuvo mes tras mes avalando sus incapacidades.
No obstante, este último mes el neurólogo consideró que él ya podía volver a su trabajo, a pesar de los ataques de ansiedad que presenta en ocasiones, fuertes dolores de cabeza y pérdida de la noción, por lo que él teme a exponerse a una situación de riesgo.
Martínez Borda ha trabajado durante 25 años para la seguridad en Nuevo León, primero para la Policía estatal, luego en Monterrey y más reciente en Juárez.
“Si expone uno la vida por el trabajo, que siempre he hecho eso toda mi vida, porque ahora resulta que no tengo un derecho a la salud”, agregó.
nrm