Las madres de Paulina Camargo Limón y Karla López Albert, jóvenes que fueron víctimas de feminicidios en Puebla, Rocío Limón y Esperanza Albert, coincidieron en la necesidad de impulsar acciones para evitar la revictimización y exigieron que la justicia sea pronta y expedita sin que se permita que agresores solo alarguen los procesos judiciales.
En la Universidad Iberoamericana Puebla, donde en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se llevó a cabo el cierre de la jornada de actividades #NiUnaMás y donde se inauguró el Mural en Memoria de las mujeres Víctimas de la Violencia de Género, Esperanza Albert, madre de Karla, lanzó un llamado a proteger a las mujeres, denunciando la deshumanización de la sociedad en general. Igualmente, urgió en la pertinencia de exigir el respeto y ejecución pronta y expedita de los derechos humanos.
En marzo del año 2014, Karla López Albert acompañó a Manuel Forcelledo Nader al salón de fiestas infantiles Katz, ubicado en San Pedro Cholula, Puebla, y propiedad de los padres de él. En el salón, la pareja hablaría sobre el embarazo de Karla; sin embargo, dos amigos de Manuel, Rodrigo Agusto Solís Cano, de 32 años, conocido como El Roko, y Moisés Codero Hernández, de 42 años, de apodo El Moy, sometieron a la joven y luego fue asesinada.
Por su parte, Rocío Limón, madre de Paulina, agradeció la memoria y el apoyo brindado en casi un lustro de lucha, reconociendo el agotamiento físico, emocional y espiritual que suponen estas circunstancias.
Al mismo tiempo, madre de Paulina realizó un llamado a despertar como sociedad y a exigir justicia en una lucha que considera de causa común para que ninguna madre sufra lo que está pasando desde que no supo del paradero de su hija.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), José María Sosa Álvarez, quien era novio de Paulina, está implicado en la desaparición ya que fue la última persona que dialogó con ella.
Durante el proceso, salieron versiones de que José María estranguló a Paulina y la arrojó a un contenedor de basura; sin embargo, el presunto responsable niega todas las acusaciones y a cuatro años de su desaparición, los restos de la joven singuen sin aparecer.
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