Tras el caso de Dulce Alejandra Marmolejo, cuyo cuerpo fue exhumado cinco años después al descubrirse que había sido sepultada con restos de otras personas, al menos 20 mujeres buscadoras en Guanajuato han comenzado a dudar si los restos que les entregó la Fiscalía realmente pertenecen a sus familiares desaparecidos.
Integrantes del colectivo "Hasta Encontrarte" informaron que ya solicitaron una reunión urgente con la Fiscalía General del Estado para exigir claridad sobre los procesos de identificación y entrega de restos.

“Al menos 10 compañeras quieren saber cómo fue que identificaron a sus familiares y cómo se validó cada entrega”, señaló Bibiana Mendoza, vocera del colectivo.
En León, otras cinco buscadoras expresaron la misma preocupación.
“Hemos tenido entregas y hallazgos donde nos queda la duda de que realmente nos hayan entregado lo que corresponde a nuestras familias”, comentó Rocío Gómez, integrante del colectivo "Unidos por los Desaparecidos de León".
La madre de Dulce, Teresa Marmolejo, hizo un llamado desesperado a las autoridades tras ser informada de que los restos que sepultó no eran solo de su hija.
“Yo ya le lloré cinco años, fui al panteón cinco años, le llevé a mis hijos… ¿Entonces quién era la persona que sepulté? ¿Y mi hija, dónde está?”, expresó con profundo dolor.

Este no sería un caso aislado, según los colectivos, existen antecedentes similares en otros municipios. “Hace años una familia de Pénjamo vivió lo mismo.
La Fiscalía les dijo que el cuerpo entregado no era su hijo, pero que lo dejaran ahí hasta que encontraran al verdadero, esa familia, lamentablemente, no quiso denunciar”, relató Bibiana Mendoza.
Las buscadoras exigen que la Fiscalía transparente los procesos de identificación forense y asegure que cada entrega se haya realizado correctamente, para evitar una nueva revictimización de quienes han esperado años por respuestas.