Diagnóstico realizado por estudiantes de Psicología de la Ibero León revela efectos de la contaminación por hornos ladrilleros y otras problemáticas sociales.
Uno de cada tres niños y niñas en la comunidad Ladrilleras del Refugio deja de asistir a clases debido a problemas de salud, algunos de ellos relacionados con la contaminación generada por los hornos para fabricar ladrillos.

Así lo reveló el 'Diagnóstico comunitario de la comunidad Ladrilleras del Refugio', presentado en la Biblioteca Jorge Vértiz Campero S.J. de la Universidad Iberoamericana León.
El estudio fue elaborado por 15 estudiantes de sexto semestre de la Licenciatura en Psicología, como parte de la materia Psicología Comunitaria, a cargo de la Dra. Sandra Estrada Maldonado.
La investigación surgió a solicitud de la Escuela Primaria Josefa Ortiz de Domínguez, ubicada en dicha comunidad, y se vinculó a través de la red "Súmate por la Educación", que busca abrir nuevas oportunidades de desarrollo para estudiantes en contextos vulnerables.
El diagnóstico incluyó visitas etnográficas, entrevistas a personas adultas mayores y encuestas basadas en la Encuesta Nacional de Bienestar.

Entre los hallazgos destacan, además de la inasistencia escolar, la falta de servicios de salud mental para adolescentes, el estigma social hacia la comunidad y la escasa infraestructura pública, como el transporte y la conectividad a internet.
"Las necesidades son casi siempre lo que sale a flor de piel, es evidente, pero en un diagnóstico comunitario también debemos detectar recursos", explicó la doctora Estrada.
Las y los estudiantes propusieron acciones concretas para adolescentes, mujeres y hombres, que incluyen talleres sobre consumo de sustancias, sexualidad y prevención de violencia; jornadas de limpieza y alumbrado público; y espacios de escucha emocional comunitaria.