Vecinos de la colonia Fomerrey 113 en Monterrey sobreviven como pueden desde hace más de 72 horas sin energía eléctrica usando sábanas mojadas sobre el piso para mitigar el calor, hieleras como refrigerador y una planta de luz prestada,
Una familia, con una bebé de apenas un año, optó por colocar ropa mojada sobre el piso y abrir las ventanas para intentar dormir sin éxito. Las noches, dicen, son una tortura.
Desde la mañana del domingo, los habitantes de la calle Quijera están sin luz. Y no sólo es el calor, han perdido todos sus alimentos.
Sin refrigeración, más de 30 familias se han visto obligadas a comprar comida preparada a diario y gastar en bolsas de hielo para conservar lo poco que les queda. Una estrategia insuficiente y costosa.
“Yo tengo tienda, y todo lo que tenía en el refri se echó a perder. Perdí como tres mil pesos. No vendo nada desde que se fue la luz”, dijo un afectado.
Adultos mayores postrados, personas que requieren insulina y niños pequeños, todos ellos afectados por esta falla que, pese a los múltiples reportes a Comisión Federal de Electricidad, no ha sido atendida.
“Ya no pedimos lujo, pedimos que se compadezcan de nosotros. No podemos seguir así. Queremos soluciones, no promesas”, agregó una vecina.
Mientras las cuadrillas no llegan, las hieleras se derriten, los alimentos se pudren y los vecinos de Fomerrey 113 sobreviven a base de ingenio, resistencia y mucho calor.
Mientras los vecinos intentan conservar la calma entre el zumbido de una planta portátil y el llanto de los niños, lo único que piden es ser escuchados.
No exigen privilegios, sólo el derecho básico a la electricidad, ese que, por ahora, les ha sido negado.
nrm