De nueva cuenta elementos de la policía de Guadalajara, volvieron a clausurar una fiesta clandestina a la que asistieron poco más de 300 estudiantes en la colonia Esperanza.
De acuerdo con la comisaría del municipio no se contaba con permiso de venta de bebidas alcohólicas y rebasó los límites de ruido, por lo que fue clausurado el lugar donde se llevó a cabo el evento este fin de semana.
“Sobre la calle de Abundancia y San Isidro se recibe un primer reporte de volumen alto y exceso de ruido en una terraza, donde había estudiantes. Al arribo de la unidad con el operativo decibeles se hace una primera lectura desde el exterior donde el sonómetro marcó 84 decibeles, por lo que al encargado del lugar se le pide que cese la fiesta en un lapso de 30 minutos”, dijo.
Pese a que advirtieron al encargado de la vivienda que debía cesar el ruido, los uniformados señalaron que no acataron la indicación, por lo cual se procedió a levantar un apercibimiento de la terraza donde se percataron había presencia de menores de edad.
Dicho evento fue convocado a través de redes sociales con un costo de 50 a 70 pesos, señalaron los uniformados.
Personal del Ayuntamiento levantó el acta de la sanción con el número 15303 que advierte sobre la infracción y clausura.
Cabe recordar que apenas el pasado 3 de septiembre, se clausuró otra fiesta clandestina realizada en este mismo municipio, y a la que también asistieron menores de edad.
JMH
