El mantenimiento a los más de 15 puentes que se encuentran sobre el lecho del río Santa Catarina es importante, sobre todo no esperar a que venga otro huracán Alex para hacer las intervenciones que requieren, consideró Ricardo González Alcorta, subdirector de Estudios de Licenciatura de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Para ello, dijo, se tiene que hacer una inspección, evaluación, diagnóstico e intervención, en especial, en los puentes que tienen más de 50 años de vida.
“No nos confiemos, son muy evidentes los rasgos de deterioro, no se necesitan rayos X para identificarlo, y son inspecciones que las podemos hacer en un día.
“Todos pasamos por ahí seguido y de alguna forma se ven rasgos de deterioro, hay que tener cuidado, hay que protegerlos, hay que darles mantenimiento”, destacó,
A decir del doctor en ingeniería por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esto para asegurar la vida útil de las estructuras y para evitar riesgos o accidentes fatales.
Vida útil que, explicó, tiene tres fases clave para garantizarla: el diseño, la construcción y el mantenimiento.
Siendo vital en esta última fase hacer periódicamente las inspecciones de las estructuras, algo que, mencionó, en ocasiones los encargados de mantener esta la obra no realizan de forma adecuada.
“Y es algo que tenemos que cuidar mucho, dado que es una fase crítica, si no cuidamos esta fase, la vida útil de los puentes se puede acortar de manera importante”, precisó.
Para el especialista en puentes, ingeniería sísmica y dinámica estructural los principales problemas, “muy visibles para todos nosotros”, son lo de la corrosión y el desprendimiento de concreto y recubrimientos, lo cual deja al descubierto el acero de refuerzo.
“Y debido a ello empieza a perderse el diámetro del acero que se colocó y eso poco a poco va disminuyendo la capacidad del puente.
“Por ello, tenemos que tener mucho cuidado, esta etapa del mantenimiento la descuidamos mucho, y eso hace que la vida útil de los puentes disminuya mucho; hay que cuidar nuestras estructuras como cuidamos nuestra salud”, solicitó el también miembro del Departamento de Estructuras del Instituto de Ingeniería Civil.
Tráileres, factor de riesgo
Otro punto a tomar en cuenta, según el especialista, es la carga que reciben los puentes en la entidad, dado que, afirmó, el peso de los tráileres en México es 40 por ciento superior a la de los de Estados Unidos, y que los puentes se hicieron con normas estadunidenses.
“Es interesante remarcar que aquí el peso de los tráileres en México es un 40 por ciento mayor a los de Estados Unidos, y muchos de los puentes, los que se construyeron antes de 1990 fueron construidos con las normas de ese país, entonces fueron considerados con cargas inferiores”, enfatizó.
Afortunadamente, indicó, se diseñan con un factor de seguridad, pero si se van disminuyendo esos factores con el deterioro puede ser peligroso.
Además, refirió, los tráileres, sobre todo en la avenida Constitución causan daños a las trabes principales dado que no se hacen los trabajos de recarpeteo de la manera correcta, por lo cual pidió cuidar los gálibos en los puentes.
Por último, González Alcorta recomendó dar mantenimiento preventivo cada año, de limpieza y asegurar que los drenes a los puentes sobre la zona citada, principalmente donde se acumula el agua, para revisar que funcionen correctamente y que todos los que son de acero cuenten con su pintura anticorrosiva.
De acuerdo con Ricardo González Alcorta, subdirector de Estudios de Licenciatura de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el caso del Atirantado, al ser un puente no convencional, que tiene una tecnología especial, requiere de mantenimiento hecho por compañías de clase mundial expertas.
Lo cual, dijo, sería muy conveniente que lo hiciera la gente que construyó el puente, para que vean cómo se están comportando “los tirantes” que fueron considerados tanto en la etapa de diseño, como en la de construcción.
“Vale la pena hacer una evaluación con expertos y que nos den una certificación, pero avalada por una compañía experta que tenga a su cargo puentes en el mundo, no se trata de hacer las cosas convencionalmente, vale la pena que hagan un buen diagnóstico de cómo se encuentra y eso nos va a dar tranquilidad a todos.
“Inclusive nos pueden dar recomendaciones de qué tipo de mantenimiento rutinario requiere, ellos pueden venir cada cinco años a hacer una inspección, y que den recomendaciones de lo que se debe hacer cada año ya con especialistas nuestros”, mencionó.