El Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) reconoce que en México las personas adultas con frecuencia minimizan las ideas de quienes son menores de edad, descalifican sus sentimientos y normalizan violencias que consideran "parte de su educación".
Tales prácticas son manifestaciones de lo que se conoce como adultocentrismo, un sistema de creencias basado en la idea de que las personas adultas son superiores a quienes aún no alcanzan la mayoría de edad. ¿Cómo se refleja esta postura en la vida cotidiana de nuestro país? En MILENIO te lo contamos.
Discriminación contra niñas y niños: un efecto del adultocentrismo
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) realizada en 2022 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) permitió conocer las experiencias de trato desfavorable más comunes que vivieron las niñas y niños de México.
Uno de los hallazgos fue que 11.6% de la población de niñas y niños de 9 a 11 años manifestó que le ignoraron o le hicieron sentir menos en su hogar. Además, 10.4% de los encuestados dijo haber recibido burlas u ofensas en el mismo espacio.
Otras prácticas de discriminación que experimentó la población infantil fueron:
- Le hicieron sentir miedo: 10.3%
- Le jalonearon o empujaron: 9.8%
- Le amenazaron con pegarle: 9.4%
- Le castigaron dejándole sin comer: 1.8%
El mismo ejercicio expuso que 14.2% de las niñas y niños de entre 9 y 11 años consideró que no se respetan los derechos de su grupo de población, mientras que 28.5% percibió que las personas adultas nunca valoran su opinión en su colonia o localidad. Otro 13.1% valoró que su opinión es tomada en cuenta pocas veces en la escuela.

Además de estas expresiones de discriminación, en México prevalecen conductas que pueden enmarcarse en un sistema adultocentrista, ya que normalizan las violencias ejercidas contra niñas y niños.
"En México, los métodos violentos como gritos, golpes y humillaciones para educar a niñas, niños y adolescentes están muy normalizados, 6 de cada 10 menores de 1 a 14 años han experimentado algún tipo de disciplina violenta o maltrato en el hogar", señaló el SIPINNA en un comunicado de 2023.
Espacios sin niños: la oferta para darle "tranquilidad" a las personas adultas
Al buscar en internet opciones de experiencias exclusivas para adultos (adults only), gran parte de las ofertas corresponden al sector hotelero.
En distintos portales web se anuncian espacios "libres de niños" con frases como "un ambiente relajado, de tranquilidad y sin el bullicio característico de los más pequeños", o bien, como entornos "sin interrupciones" y sin las "distracciones que podrían propiciar los menores".
Según lo establecido por la Ley General de Protección al Consumidor, los proveedores de bienes y servicios "no podrán establecer preferencias o discriminación alguna respecto a los solicitantes del servicio, tales como selección de clientela, condicionamiento del consumo, reserva del derecho de admisión, exclusión a personas con discapacidad y otras prácticas similares".
La normativa no menciona nada específicamente respecto a los espacios destinados únicamente a adultos y se limita a señalar que la exclusión de personas está reservada a situaciones "que afecten la seguridad o tranquilidad del establecimiento" o de sus clientes.
Aunque los espacios "libres de niños" podrían ser considerados como una expresión del adultocentrismo, existen otras posturas que los defienden como una oportunidad para que las personas mayores de edad ejerzan su individualidad.
En una de las publicaciones de Magis, entrega bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), la periodista Montserrat Muñoz apuntó:
"A veces no es un cartel el que descaradamente prohíbe la entrada a infantes. Pero sucede que el restaurante no ofrece un menú infantil, no tiene zona de juegos ni sillas periqueras. O que el ambiente del lugar tiene música a un volumen muy alto. Omisiones de este tipo son suficientes para marcar la pauta".
BM.