En medio de una Plaza Juárez repleta y a la mitad de su mandato, el gobernador del estado, Omar Fayad Meneses, dio el Grito de Independencia.
Cuatro minutos antes de las once de la noche de este domingo, el mandatario estatal, acompañado de su esposa, uno de sus hijos, así como de los representantes del Poder Legislativo, Judicial, el Ejército y la presidenta municipal de Pachuca, Yolanda Tellería, apareció en el escenario frente a Palacio de Gobierno para conmemorar los 209 años de libertad del país.
“Mexicanas, mexicanos, hidalguenses, vivan los héroes que nos dieron patria, independencia y libertad”, dijo el gobernador al micrófono mientras sostenía la bandera nacional con la mano derecha.
La gente reunida en Plaza Juárez respondió con un “viva”. Mujeres, hombres, parejas, familias, niños, en un solo grito.
Enseguida, el gobernador, enfundado en un traje azul, gritó un viva por cada uno de los héroes que le dieron libertad al país: Hidalgo, Allende, Aldama, Josefa Ortiz de Domínguez, Morelos, Leona Vicario y los presentes respondieron coreando el viva.
Entonces de la boca del mandatario vinieron las dos palabras que le dan sentido al Grito de Independencia año con año: “viva México”, “viva México”, “viva México”, “viva Hidalgo”. La gente coreó cada uno de los gritos.
Con la mano izquierda Fayad Meneses hizo sonar la campana que colgaba de uno de los arcos del escenario. La campana sonó una, dos, tres veces.
Vinieron los honores a la bandera por elementos del Ejército, el himno nacional y el retiro de la bandera por parte del gobernador.
Así, en unos minutos, se conmemoraron 209 años de independencia en la capital del estado en un escenario con los arcos del acueducto del Padre Tembleque, los atlantes y los primas basálticos.
Tras ello vino el espectáculo de fuegos pirotécnicos. Cientos y cientos de ellos se elevaron sobre la Plaza Juárez para explotar en luces de colores verde, rojo y amarillo.
La gente miró al cielo y muchos más captaron el espectáculo multicolor en videos a través de sus teléfonos celulares.
Los fuegos pirotécnicos salieron del círculo que rodeó la Plaza Juárez y en ella había personas con sombrero, pelucas tricolor, bastones de color verde, rojo y azul, padres con sus hijos en hombros, parejas abrazadas y mirando al cielo.
Un cielo que se llenó de luces pero también de una nube gris, fueron seis minutos de fuegos pirotécnicos.
Para entonces el gobernador, acompañado de las mismas personas había regresado al escenario y saludaba al público en lo alto con ambas manos.
El festejo patrio terminó y parecía que vendría el espectáculo estelar de la noche, la presentación de Pepe Aguilar.
Pero en su lugar apareció un mariachi y tras el popurrí de tres canciones la gente comenzó a silbar. Entonces apareció Pepe Aguilar con un traje negro, sombrero en la mano izquierda y la gente estalló en gritos en su segunda canción.
Tras su tercera interpretación Pepe Aguilar dijo a las miles de personas en Plaza Juárez: “esta es una noche muy mexicana pero también muy romántica”.