En la etapa de más alto contagio en Ciudad de México, tú y y yo salimos a correr por avenida Reforma mientras adentro de los hospitales se está muriendo la gente por covid-19: mil 899 hasta el 23 de mayo.
O sea, mientras tú y yo sacamos a nuestros perros para que los pobrecitos se desestresen, adentro de los cementerios no hay descanso para enterradores y cremadores.
“Así como llegan los cuerpos por coronavirus, así los enterramos”, me dijo uno de los trabajadores del panteón civil Dolores, un panteón del que hablaré otro día. Porque ahora, mientras tú y yo salimos a correr, adentro de los hospitales hay cientos de enfermeras y de médicas que se enferman, que reciben agresiones y que tratan de salvarle la vida a centenas de contagiados.
Mientras tú y yo hacemos filas en restaurantes o pastelerías (te vi hacerlo el 30 de abril y el 10 de mayo, seamos honestos), adentro de las casas no se detiene la violencia intrafamiliar. “A mi vecina le pegó su pareja y tuve que llamarle a una patrulla”, me contó mi amiga Carmen cuando escribía que mientras tú y yo matamos el tiempo en la Glorieta de Insurgentes, a sabiendas de que es el tiempo el que nos mata, adentro de las casas hay muchas personas que cohabitan con su agresor y que viven hacinadas.
Mientras tú y yo nos subimos al auto para visitar a nuestros familiares y provocar así que este sábado a medio día la avenida Constituyentes parezca un sábado a medio día cualquiera (las autoridades insisten, sin embargo, en que hay una reducción del 85 por ciento del tránsito vehicular), mientras conducimos, decía, adentro de las carrozas es trasladada gente que murió por infartos, cirrosis, comas diábeticos, cáncer y por todas las enfermedades que nos matan, y es trasladada, por supuesto, gente que: o murió por covid-19 y los coyotes cambiaron la causa en el acta de defunción para que las familias pudieran hacer un funeral, o gente que murió por otro padecimiento y los coyotes le cambiaron por covid-19 para recibir apoyos gubernamentales.
Tanto rascarle a los muertos y los periodistas no terminamos por entender que no es que el gobierno esconda a los muertos, más bien el gobierno es incapaz de saber el número por culpa de la corrupción que, al igual que el machismo, es estructural en México. Según el INEGI, junto a Jalisco, Durango, Guanajuato, Estado de México y Quintana Roo, en Ciudad de México la corrupción es un hoyo negro del que difícilmente vamos a salir.
Mientras tú y yo salimos a pedalear por avenidas donde nunca pedalearíamos, allá adentro, en las plataformas de Rappi y Uber Eats se registran cientos de desempleados y es por eso mismo que tú y yo observamos a tanta gente andar en bicicleta con esas cajas fluorescentes agarradas a su espalda. Los hombres caja, los bautizó un medio, pero para hombres caja el que escribió Kobo Ave. Estos repartidores, más bien, son la primera línea, los que se arriesgan por los privilegiados. “Me prestaron la bici hace una semana, cuando me quedé sin trabajo”, me dijo la joven que la otra tarde trajo la comida que ordené. Trabajaba en un despacho de diseño.
Mientras tú organizas fiestas y yo salgo a conseguir cerveza, adentro de las casas hay gente contagiada que no ha asistido al hospital por temor a morir, como escribió una joven en el muro del centro de información de Covid que abrió Facebook: “Nos da miedo que se muera mi mamá si la llevamos a la clínica”. Adentro de las casas también hay gente a la que le gruñen las tripas por el hambre. “Comida”, fue lo único que escribió una mujer en ese mismo muro de Facebook. Otro escribió que lo habían echado de su casa por no pagar la renta y pedía algún lugar para que pudiera dormir su hijo que padece cáncer.
Si tú y yo tenemos el privilegio de quedarnos en casa, o sea, si no tenemos hijos, si aprovechamos las ofertas del Hot Sale, si tenemos para comprar un Iphone o pedimos aparatos para ejercitarnos, si somos de los que hemos contribuido a que Amazon venda 11 mil dólares por segundo o a que Netflix tenga 16 millones de nuevos clientes, si podemos hacer llevadera esta pandemia, ¿por qué carajos insistimos en salir?
RLO