El alto nivel de contaminación del río Atoyac impide garantizar la seguridad hídrica en Puebla y se pone en riesgo la salud de más de dos millones de personas que habitan a sus alrededores, explicó María Eugenia Ibarrarán Viniegra, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xavier Gorostiaga (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Resaltó que la Organización de Naciones Unidas (ONU) contempla la seguridad hídrica como el acceso sostenible a cantidades adecuadas de agua de calidad aceptable para el sostenimiento de los medios de agua necesarios para la vida humana.
“La seguridad hídrica es un elemento importante en todo este problema, pues es relevante que el agua sea suficiente, accesible en cuanto a precio y de buena calidad para las personas”, comentó.
Por su parte, Gabriela Pérez Castresana, investigadora del IIMA de la Ibero Puebla, resaltó que el problema que enfrenta el Atoyac es complejo y a lo largo de municipios aledaños se detectan altas cantidades de baterías y contaminantes que ponen en riesgo a la salud de las personas.
“Es una situación que no se restringe a la afectación del agua, va más allá de lo socio ambiental: tiene que ver con el uso de los recursos del río. Es importante destacar que más de 17 municipios aledaños a la zona del río Atoyac ocupan el agua para riego, y ésta no es apta para ello. Hemos encontrado una enorme cantidad de bacterias que afectan al sistema nervioso central, al respiratorio. No sólo en el agua de riego existen ciento de bacterias patógenas, sino también se han detectado 50 contaminantes entre los que figuran compuestos y elementos cancerígenos para el humano”, comentó.
Pérez Castresana aseguró que el saneamiento de los ríos es fundamental, pero no se logra porque “cada día se incrementa la población, la industria contamina de manera desmedida y las autoridades no hacen un buen uso y manejo de recursos para el saneamiento de estas zonas afectadas”.
De acuerdo con la Agenda Institucional de la Universidad Iberoamericana Puebla “De la Acción a la Reflexión”, el desarrollo del estado es desigual en sus distintas regiones y con poco cuidado de sus recursos naturales como se aprecia en la Cuenca del Alto Atoyac, donde se ubica Puebla capital.
El análisis realizado por investigadores de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita revela que, en cuarenta años, la zona reforestar de la cuenca del Atoyac se redujo en 74 por ciento; mientras que la mancha población creció 500 por ciento.
“Los cuerpos de agua están fuertemente contaminados y la zona forestal se ha reducido en 74 por ciento entre 1979 y 2014 en esta misma región y la zona urbana ha aumentado más de 500 por ciento. Esto ha incidido sobre la recarga de acuíferos y, dado el crecimiento industrial y de descargas urbanas, en el deterioro de la calidad del agua”, detalla el documento.
Ante la situación que enfrenta Puebla, la Ibero Puebla propone el establecimiento de una agenda ambiental para impulsar el desarrollo económico del estado de Puebla de manera sustentable e incluyente, con el objetivo de alcanzar una entidad limpia y verde y garantizar el bienestar de los poblanos en materia ambiental.
mpl
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