Para quienes tienen un familiar desaparecido la Navidad los embarga de tristeza y dolor, pero han aprendido a buscar la forma de honrar su memoria y seguir adelante por quienes están vivos.
Es el caso de integrantes de Red de Eslabones por los Derechos Humanos, quienes acudieron a la Plaza de los Desaparecidos para colocar un pino y adornarlo con esferas decoradas con algunos escritos como nombres o palabras de afecto.
La señora María del Socorro González, madre de José Roberto Mendoza González, quien desapareció afuera de un bar en el 2011 y cuyo ADN fue encontrado en el 2016, explicó que su presencia es para que no se olvide a los desaparecidos.
Este año decidieron usar caramelos y esperan que el resto de la sociedad los coloque en su pino como símbolo de solidaridad y empatía.