Los templos católicos lucen con una baja asistencia de files que llevan las imágenes del Niño Dios para que reciban la bendición este martes 2 de febrero, día de Nuestra Señora de la Candelaria y de la vida consagrada.
Al mismo tiempo, las peticiones que más se repiten en el marco de la festividad de la Presentación de Jesús en el Templo, se relacionan con que regrese la salud a los seres queridos y que termine la pandemia del covid-19.
Las figuras del Niño Dios que fueron acompañadas por velas, ramos de romero y las llamadas flores inmortales, eran cargadas por los fieles católicos que se esperaron hasta el fin de la misa para recibir la bendición y el agua bendita.
En la catedral de Puebla, al medio día, se registró la presencia de media centena de files, es decir, se respetó el aforo de 20 por ciento establecido en el decreto del gobierno del estado ante la contingencia del covid-19.
Al mismo tiempo, los fieles católicos usaron cubreboca, se colocaron gel, permitieron que se les midiera la temperatura y se colocaron en lugares separados para evitar los contagios de coronavirus durante la celebración.
La bendición de las figuras del Niño Dios que presentaron los fieles no fue en grupo como en años pasados. En esta ocasión, se organizó una fila con la separación entre personas. Cada uno de los fieles fue pasando, presentó a su Niño Dios y sin decir ninguna palabra, recibió el agua bendita.
En su momento, el rector de la Basílica Catedral de Puebla, Francisco Vázquez Ramírez, recordó que este 2 de febrero, se celebra la Fiesta de La Candelaria en recuerdo al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento.
Recordó que este 2 de febrero, la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, bajo el lema “La vida consagrada, parábola de fraternidad en un mundo herido”, con el objetivo de ayudar a valorar cada vez más, el testimonio de quienes han elegido dejar todo para seguir una vida religiosa.
Vázquez Ramírez resaltó la importancia de que los fieles sigan con las medidas sanitarias para romper con la cadena de contagios de covid-19; además, hizo oraciones para que termine la pandemia.
“Lo que le pedimos a la virgen es que cuide al pueblo de México, que nos cuide a todos, que pronto podamos volver a la normalidad, que pronto se encuentre el medicamento correcto y adecuado para terminar ya con esta pandemia”, expresó.
En otros templos de la entidad, como en San Martín Texmelucan, los fieles entraron antes de la misa, colocaron las imágenes del Niño Dios en las bancas y luego salieron. Tras la misa, los sacerdotes pasaron a las filas a dar la bendición, medida con la que se evitó que se concentraran las personas.
Ante a pandemia, las fiestas patronales se suspendieron en Huehuetlán el Grande, en Guadalupe Santa Ana y en Tepeaca, así como en diferentes templos de la entidad, y solo se realizaron misas que fueron trasmitidas por las redes sociales.
mpl