Sergio Jiménez González ya descansa en paz y su familia sabe qué fue de él luego años buscándolo. Sus restos estaban entre los 322 cuerpos de los "tráileres de la muerte": dos vehículos de carga frigoríficos que circularon con los cadáveres por el Área Metropolitana de Guadalajara, ante la falta de espacio en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses
En este Día de Muertos su mamá Benita González García le reza y llora a su hijo Sergio, quien tras dos años desaparecido fue identificado en 2018.
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Así fue la búsqueda de Sergio Jiménez González
Días como estos le hacen recordar a Benita la trágica situación pues Sergio fue atropellado en 2016 en las inmediaciones de la Central Nueva de Autobuses, estuvo en Semefo sin ser identificado durante dos años, pese a que la mujer lo buscó una y otra vez en los registros de la dependencia.
"Duró desde el 2016 hasta el 2018, yo buscándolo por todos lados y siempre estuvo en Semefo. Él murió en octubre de 2016 el día 13, yo lo ví por última vez el día 10 y el día 13 lo atropellaron", señaló.
A lo largo de los dos años que su retoño de 36 años estuvo en calidad de desaparecido, Benita no obtuvo ningún avance en la investigación por parte de la Fiscalía del Estado y cuando lo encontró, confirmó que las dependencias de búsqueda e identificación de personas desaparecidas no están coordinadas para buscar a todos de los que se desconoce su paradero.
"Dos años y no hicieron nada, realmente no hicieron nada la Fiscalía. El día que lo encontré a los poquitos días me hablaron que si ya había aparecido mi hijo y le dije ¿que no sabes que mi hijo ya apareció?, mi hijo ya apareció pero está muerto, que no tienen comunicación entre ustedes", agregó
Como cada año se realizó un recorrido de supervisión en el Panteón de Mezquitán con un operativo para salvaguardar el orden y la seguridad de las personas que visitan los cementerios municipales con motivo del #DíaDeMuertos. pic.twitter.com/9GeUrywYOX
— Gobierno de Guadalajara (@GuadalajaraGob) November 2, 2023
La mujer sabe que es afortunada pues a diferencia de muchas madres de personas desaparecidas, ella sabe dónde está su hijo. "Triste porque yo qué más quisiera tenerlo vivo pero alegre por venir a visitar su cuerpo aunque sea".
Un ramillete de flores de cempasúchil son por ahora la mejor manera de decirle a su hijo que más allá de la muerte, lo ama y lo amará por siempre.
SRN
