La salud de los seres vivos se puede ver comprometida con problemas en la piel y otras enfermedades ante la contaminación del agua de ríos por fármacos, compuestos que las plantas de tratamiento actuales no logran retirar.
Así lo explicó Lucila Isabel Castro Pastrana, investigadora del Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), quien resaltó la necesidad de aplicar nanotecnología en las plantas de tratamiento de aguas para evitar que fármacos lleguen a los ríos y barrancas.
La investigadora resaltó la importancia de que, en casa, los medicamentos sean desechados de forma correcta y no se ocupen los lavabos, tarjas o sistemas de alcantarillado y drenaje de los hogares para evitar contaminar el agua.
“Si el agua contaminada con fármacos se utiliza para llenar una alberca, esta sería una razón para que una persona desarrolle dermatitis, problemas en la piel que se pueden presentar por contacto con el agua que tiene compuestos químico, no solo fármacos”, comentó.
Señaló que el agua contaminada por fármacos puede afectar a diferentes seres vivos y destacó que peces, cocodrilos y otros animales que viven en el agua, pueden registrar modificaciones en su metabolismo.
“Los seres vivos que viven en el agua pueden modificar su metabolismo o alterar su desarrollo. Por ejemplo, las ranas nunca van a crecer si el agua está contaminada por determinados tipos de fármacos. En el ser humano, se pueden ver incidencias de algunas enfermedades por la contaminación de contaminantes de naturaleza hormonal. Antibióticos que estén en el agua pueden alterar las bacterias que cumplen una función específica en el ambiente y eso puede afectar la calidad del suelo. Entonces, la contaminación por fármacos puede afectar a todos”, comentó.
Alerta Udlap por daños a la salud por agua de ríos contaminados con fármacos pic.twitter.com/SojaCkIFIl
— Milenio Puebla (@Milenio_Puebla) September 29, 2019
La investigadora de la universidad ubicada en San Andrés Cholula resaltó la necesidad de que se trabaje en una lista de medicamentos que pueden generar mayores problemas al medio ambiente, para que la población y los médicos eviten utilizarlos y, en su lugar, opten por otros que tengan las mismas funciones sin impacto ecológico.
“Se habla de una prescripción ecológica, es decir, que se pudieran seleccionar los medicamentos que se van a prescribir, sobre todo aquellos que son invasivos como los analgésicos. Se debe trabajar con una lista de medicamentos que generen mayores problemas para el medio ambiente y optar por otros que tienen las mismas funciones, pero que no impactan en la ecología”, destaco.
ARP