De los casi 6 mil internos que llegó a tener durante los días más aciagos, en el penal del Topo Chico sólo quedan unos 750.
Un total de 900 reos fueron trasladados, en medio de un fuerte dispositivo policiaco, al anteriormente llamado Centro de Reinserción Social de Apodaca, ahora “número 1”.
Iban a ser las 22:00 horas del jueves cuando los presos fueron llevados, uno a uno y en filas que parecían interminables.
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Durante varios minutos esperaron el pase de lista y la identificación técnico-jurídica.
Al filo de las 00:00 horas del viernes salió el primero de 30 autobuses.
El enorme convoy fue escoltado por otros 90 vehículos oficiales, principalmente patrullas de la Fuerza Civil.
Al final, varios de los viejos edificios quedaron vacíos, como quedarán los pocos que aún están ocupados.
