Una familia fue víctima de una brutal agresión en la colonia Constancia, al poniente de Torreón, Coahuila. Brenda Esmeralda Quezada, de 37 años, su esposo José Alfonso Mandujano, de 38, y su hijo menor, de 11, fueron golpeados con tubos y piedras por al menos ocho personas, entre adultos y adolescentes.
La víctima relató que los agresores son sus propios parientes políticos, con quienes mantiene un conflicto desde hace más de cuatro años, derivado, según denuncia, de actos de discriminación hacia sus hijos, algunos de ellos integrantes de la comunidad LGTB y uno con diagnóstico de autismo leve.

La situación que vive Brenda Esmeralda no es nueva. Ella cuenta que el acoso comenzó hace más de cuatro años, cuando aún residía en Ciudad Juárez, Durango, y se intensificó tras sufrir un accidente en el que fue arrollada junto con una de sus hijas por un autobús. Desde entonces, las secuelas físicas y el dolor crónico han complicado su día a día, pero lo más difícil ha sido enfrentar la violencia de sus cuñados, quienes incluso la obligaron a huir de su hogar con su familia.
“Hemos estado peleando cuatro años con mi cuñada, y aquí en Torreón ya llevamos un año con agresiones afuera de mi casa”, narró la afectada.
Recientemente la familia sufrió un ataque
El ataque más reciente ocurrió poco antes de las 7 de la noche del jueves 1 de mayo. Según relata Brenda, la agresión fue encabezada por una mujer identificada como Manuela, acompañada por varios hijos y otras personas que recolectan materiales en los contenedores cercanos a su domicilio.
“Nos agarraron con palos, tubos y piedras. Mi esposo fue herido en la cabeza y manos, a mi hijo lo golpearon y él solo se cubrió como pudo”, explicó.
En medio del caos, Brenda utilizó un machete para defender a su hijo, mientras la llegada de patrullas hizo que otros posibles agresores se escondieran en una construcción cercana.
La familia señala que autoridades no han actuado
A pesar de que elementos de la Policía de Acción y Reacción y paramédicos de la Cruz Roja acudieron al lugar, la familia señala que las autoridades no han actuado con la contundencia necesaria.
“Nos dijeron que pusiéramos una orden de restricción y una demanda, pero hasta ahora no ha pasado nada”, lamentó. La víctima asegura que han interpuesto denuncias tanto en la Vicefiscalía de Durango como en la Fiscalía de Coahuila, pero no han recibido respuesta efectiva.
Brenda asegura que lo único que quiere es paz para su familia. A pesar de las limitaciones físicas que enfrenta, se esfuerza por sacar adelante a sus hijos vendiendo productos como churros o fayuca.
“No me quiero quedar estancada y sin apoyo. Pero a ellos les da coraje que yo siga adelante”, expresó. La familia espera que las autoridades actúen antes de que ocurra una tragedia mayor.
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