En dos años dos sacerdotes en Tamaulipas han sido secuestrados y uno más asesinado; en el 2014 la Diócesis de Tampico había reportado que tres de sus presbíteros habían sido asaltados en carreteras de la entidad, donde a uno le quitaron la camioneta en la que circulaba y en las que se pidió a integrantes de la diócesis no viajar de noche, suspendiendo además algunas actividades en Ciudad Mante.
En el marzo del 2017 los sacerdotes de Altamira denunciaron el secuestro de uno de sus compañeros, que prestaba servicios en una de las iglesias de la colonia Miramar, se trataba de Óscar López Navarro, quién había sido privado de su libertad en Tampico.
El fue liberado un día después, el 29 de marzo, en el municipio de Altamira, según la Diócesis e Tampico no se había pagado un solo peso a sus captores.
Apenas el 3 de agosto del 2019 se denunció el secuestro del padre Aarón Méndez, coordinador de la Casa del Migrante AMAR, en Nuevo Laredo, cuando un grupo armado se presentó para llevarse a unos migrantes cubanos y pedir rescate por ellos.
El sacerdote se negó a entregarlos y los delincuentes se lo llevaron a él, y hasta el momento no se tienen noticias de su paradero, las autoridades instalaron vigilancia en el albergue las 24 horas del día.
Apenas la noche del 22 de agosto el presbítero Martín Guzmán Vega, fue asesinado a puñaladas en la Parroquia Cristo Rey, en el municipio de Matamoros.
ELGH
