Las protestas de miembros de la comunidad católica por la desaparición de un sacerdote en Catemaco fue aprovechada por grupos violentos como la Organización Autónoma Indígena que lidera Wilfrido Reyes y miembros de Antorcha Campesina procedentes de Oaxaca para causar desmanes, quemar edificios públicos y saquear negocios y viviendas.
Además del bloqueo de carreteras y destrozos a instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad, estas personas, armadas con palos, machetes, piedras y pistolas, golpearon a reporteros, policías, elementos de Protección Civil y bomberos.
Prendieron fuego al Palacio Municipal de Catemaco y a las sedes del DIF, Bomberos, Registro Civil, Protección Civil, además de que destrozaron y saquearon la casa del presidente municipal Jorge González Azamar.
La diócesis de San Andrés Tuxtla se deslindó de los hechos violentos; llamó a la feligresía a orar por que el sacerdote Jorge Luis Sánchez Ruiz, de la iglesia Los 12 Apóstoles, aparezca sano y salvo, y pidió no participar en los hechos de protesta.
Desde la tarde del viernes la carretera federal 180 Costera del Golfo permanece bloqueada y solo por dos horas las personas se retiraron.
Varios comercios en Catemaco cerraron sus puertas y salvo algunos curiosos y reporteros que intentaban tomar imágenes, las calles de la ciudad lucían desiertas.
Los manifestantes tomaron por la noche la comandancia de la policía y se apoderaron del armamento, por lo que se escuchaban detonaciones de armas de fuego.
Las personas armadas destrozaron celulares y cámaras a reporteros y amenazaron con machetearlos si no dejaban de grabar.
Los elementos de seguridad que llegaron a bordo de una decena de patrullas para evitar los desmanes se retiraron enseguida al ver que los manifestantes eran más.
Cajeros automáticos de bancos y varias negociaciones, como una tienda Coppel y otra llamada Rodeo, fueron saqueadas.
Cafés, restaurantes, mercados y locales del malecón turístico en Catemaco permanecen cerrados desde la tarde/noche del viernes.
El fiscal general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, pidió confianza a la población y dijo que ya tienen una línea de investigación para dar con el paradero del sacerdote de quien no se sabe nada desde la tarde del pasado jueves.
Llegó a las oficinas de la dependencia en Los Tuxtlas para supervisar los ejercicios ministeriales “y no descansaran hasta tener resultados positivos”.