Fátima vivió sólo 12 años en La Lupita, comunidad de Huitzizilapan en el municipio de Lerma. Su deceso fue a manos de tres sujetos que en febrero del 2015 la interceptaron camino a casa tras salir de la secundaria.
En una cabaña la golpearon, violaron, amarraron. Después la apuñalaron más de 30 veces y todavía con vida, le arrojaron en la cabeza tres piedras de hasta 60 kilos de pesos.
En ese momento, tanto el fiscal General de Justicia mexiquense (FGJEM), Alejandro Gómez Sánchez como la Subprocuradora para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género, Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros admitieron que los tres detenidos por este caso presentaban rastros de sangre en el cuerpo y ropa de la niña masacrada. Hoy, dos de ellos son libres.
Lorena Gutiérrez Rangel, mamá de la menor reclamó que la jueza con distrito en Lerma desechó las pruebas en contra de Mizael “N” (menor de edad) y Luis Ángel Atayde Reyes, quienes ahora gozan de libertad, por considerar que hay videos en los que demuestran que este último es un ciudadano responsable.
“El único que fue consignado por los hechos fue Juan Hernández Trecueño, quien cumplirá una condena de 70 años. Nosotros los encontramos recién bañados, con ropa de mi hija. Son unas bestias no son humanos y su familia nos ha amenazado, incluso me advirtieron que había firmado mi sentencia de muerte, no me importa. Que sepan que voy a defender a mi hija aunque me maten”.
RAM