En un operativo coordinado, elementos de la Policía Metropolitana (Metropol), en conjunto con personal de la Fiscalía General de la República (FGR), lograron la detención de un presunto “facturero” que contaba con una orden de aprehensión federal vigente por delitos fiscales.
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De acuerdo con la información oficial, los oficiales recibieron el reporte sobre la búsqueda de un hombre señalado por la expedición de comprobantes fiscales que amparan operaciones inexistentes, conducta tipificada como delito federal. Con base en los datos recabados, el despliegue de seguridad se concentró en la Colonia Altamira, en el municipio de Tonalá.
El operativo rindió resultados en el cruce de las calles Altamira y La Loma, donde los elementos detectaron a un individuo cuyas características coincidían con las del señalado. Tras verificar su identidad a través de plataformas oficiales, se confirmó que contaba con un mandamiento judicial vigente conforme al Artículo 113 Bis del Código Fiscal de la Federación.
Por lo anterior, Antonio “N”, de 43 años de edad, fue detenido y puesto a disposición de un agente del Ministerio Público Federal de la FGR para que se determine su situación legal.
¿Qué son las empresas factureras?
Las empresas factureras son empresas que facturan operaciones simuladas, inexistentes o ficticias.
Esto se hace con el fin de aumentar con gastos falsos los gastos de una empresa real. De esta manera, disminuyen sus utilidades y reducen el pago de sus impuestos. “Con esto engañan a la autoridad fiscal, en este caso al SAT, y generan defraudación fiscal”.
Sin embargo, además de ello, muchas veces estas empresas están vinculadas también con actos delictivos y emiten facturas para encubrir o disfrazar gastos y pagos ilícitos.
En estos casos los delitos se disfrazan de una operación de compra o venta del servicio. Se factura, por ejemplo, un honorario de una persona que está haciendo trabajos de construcción cuando en realidad se está pagando un soborno, tráfico de drogas, extorsión, trata de personas, etc.
SRN
