Elementos de la Policía Federal detuvieron en San José Iturbide, Guanajuato, a dos presuntos integrantes de una célula de Los Zetas, entre ellos a Miguel Valdés Moreno de quien se presume ordenó la detonación de un coche bomba en 2011, atentado donde murió el comandante de la Policía Ministerial de Tula, Hidalgo, Víctor Peña Pérez.
Con Valdés Moreno se detuvo a Graciela Olvera Jiménez, ésta última quien supuestamente firmó el mensaje donde el grupo criminal se atribuyó el crimen.
Ambas personas forman parte del grupo de los 10 delincuentes más buscados en Hidalgo.
De acuerdo con la Policía Federal, Miguel Valdés es presunto encargado de una célula de los Zetas en los municipios de Actopan, Ixmiquilpan, Mixquiahuala de Juárez, Tepeji del Río de Ocampo y Tula de Allende.
El presunto delincuente cuenta con tres órdenes de aprehensión del fuero común por secuestro y homicidio, así como dos órdenes de aprehensión del fuero federal por delincuencia organizada.
Graciela Olvera Jiménez perteneció a la Policía Ministerial del Estado de Hidalgo y es probable responsable de pagar la nómina de los integrantes de esa corporación que protegían al crimen organizado.
Tiene dos órdenes de aprehensión del fuero común por secuestro y homicidio y se le relaciona con cuatro averiguaciones previas por delincuencia organizada, que están en proceso de integración en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Los detenidos fueron internados en el Centro de Reinserción Social de Pachuca, Hidalgo.