El miércoles 11 de junio, se discutió en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la liberación de Juana Hilda González Lomelí, mujer sentenciada por su supuesta implicación en el secuestro de Hugo Alberto Wallace.
La defensa de la acusada promovió un amparo, luego de que la sentenciaron a 78 años de prisión por el famoso caso Wallace. Aquí te decimos quién es Hilda González Lomelí.
Con cuatro votos a favor y uno en contra, la Sala otorgó un amparo a la mujer que llevaba 19 años presa en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 16, en el estado de Morelos.
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena propuso otorgar la protección de la justicia a la señalada.

¿Qué se sabe de Juana Hilda González Lomelí?
Juana Hilda González Lomelí fue detenida en enero del 2006 luego de que la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) la ligara con el secuestro de Alberto Wallace Miranda un año antes.
Casi cinco años después de su detención, la mujer fue sentenciada a 78 años de prisión por los delitos de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, delincuencia organizada y portación de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo del Ejército mexicano.
Sin embargo, la defensa de la detenida alega que lo mediático del caso le jugó en contra a su cliente, por lo que esto le bastó para que la SCJN atraiga de nuevo el caso, señala un artículo del The Washington Post.
Mientras que el caso Wallace estaba en boca de todos, la imagen de Juana Hilda fue mostrada a la opinión pública como la culpable del secuestro del empresario. El rostro de la mujer aparecía en anuncios y medios de comunicación, donde supuestamente se le discriminó por motivos de género.
Juana Hilda González Lomelí, madre de dos hijos, era una bailarina del grupo Climax antes de ser procesada por el caso Wallace, razón por la que la apodaron La Za Za Za. Otro de los motes con los que la nombró la prensa nacional fue La Carnada.
Según el artículo del The Washington Post, en el expediente de González Lomelí se detalla que además de ser trasladada ilegalmente a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, la mujer fue víctima de tortura sexual y psicológica.
También, se presume que fue obligada a grabar la confesión del crimen; por lo que su densa espera que estas cuestiones sean considerados por los ministros de la Corte.
Durante todo ese proceso a Juana Hilda González Lomelí y a Brenda Quevedo Cruz —otra de las mujeres detenidas por el caso Wallace— fueron estigmatizadas por su aspecto físico.
En 2009, Isabel Miranda de Wallace, madre de la víctima, mostró un video de Juana Hilda González Lomelí, en el que habla acerca de la detención de Brenda Quevedo Cruz, según información de Cuartoscuro.
Cabe mencionar que la solicitud para reabrir el caso de los abogados de González Lomelí se da a poco más de tres meses de la muerte de la madre del empresario, quien, en vida, se distinguió por pedir justicia para su hija.
Implicación de Juana Hilda en caso Wallace
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena busca reabrir el caso con base a las pruebas aportadas por el Ministerio Público Federal fueron obtenidas a través de tortura contra Juana y otros involucrados.
El ministro asegura que el Estado no logró demostrar que las “confesiones” que la quejosa rindió, el 6 y 21 de febrero de 2006, cuando estaba bajo arraigo, fueron obtenidas respetando su derecho absoluto a no ser sometida a tortura.
“Por tanto, esa prueba debe invalidarse, así como cualquier otra que se hubiese obtenido con motivo de esta supuesta confesión. En este sentido, ninguno de los elementos probatorios obtenidos durante los cateos llevados a cabo el 14 de febrero de 2006 en el domicilio de la quejosa; el cateo que se llevó a cabo el 26 de febrero de 2006 en el domicilio de su coimputada Brenda (Quevedo Cruz), o cualquier otro que se justifique con información obtenida mediante las confesiones obtenidas mediante tortura”, menciona el proyecto.
Sin estos indicios, argumenta el ministro, no hay elementos de prueba para sustentar la responsabilidad de Juana Hilda en el secuestro de Hugo Alberto, ya que sólo quedan las declaraciones de los familiares, amigos y empleados del empresario.
Además de las actividades de la víctima los días previos a su desaparición, las acciones que realizaron para localizarlo, que resultaron en la ubicación de su camioneta y las comunicaciones que tuvieron con los secuestradores.
Resaltó que estas pruebas no son suficientes para vincular a Juana Hilda con el secuestro de Hugo Alberto, más allá de toda duda razonable, pues, en primer lugar, a lo más que estos medios de prueba llegan a demostrar es que ambas personas se conocían, y tuvieron algún contacto el 3 y 8 de julio de 2005.
De igual manera, puntualizó que solo consta que la noche del 11 de julio de 2005 hubo un altercado en un departamento.
“Estas circunstancias, pueden ser suficientes para generar una sospecha de Juana Hilda, pero no para demostrar plenamente que ella intervino en la privación de la libertad y muerte de Hugo Alberto”.
Alfredo Gutiérrez destaca que “no hay una sola prueba” que vincule a la mujer con el empresario el día de su desaparición. Estas razones, agrega, son suficientes para revocar también la sentencia condenatoria por el delito de delincuencia organizada y por posesión de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
¿Cómo fue el secuestro de Hugo Alberto Wallace Miranda?
Hugo Alberto Wallace Miranda, hijo de Isabel Miranda de Wallace, fue reportado como víctima de secuestro el 11 de junio del año 2005, en la Plaza Universidad, cerca del metro Zapata de la Línea 3 de la Ciudad de México, cuando se encontraba en compañía de una persona.
Según ha comentado su madre, días después de presentar la denuncia los presuntos captores la contactaron para pedir un rescate.
El secuestro fue denunciado por Isabel Miranda el 13 de julio de 2005. Tres días más tarde, el 16 de julio, se informó sobre la detención de George Khoury Layón, a quien se relacionó con el caso, pero no tenía nada que ver.
En el año 2006, el 10 de enero, se dio la detención de Juana Hilda González Lomelí, señalada como participante en el secuestro. Tras su captura, fue trasladada a la SIEDO, donde se presume fue torturada y drogada para incriminar a seis personas más.
Brenda Quevedo fue detenida en Estados Unidos el 30 de noviembre de 2007 y el 8 de junio las autoridades de ese país la entregaron en extradición al gobierno de México; aunque quedó libre el año pasado.
Con información de Rubén Mosso
RM