La Fiscalía General de la República (FGR) entregó a Estados Unidos a Luis Arellano Romero, uno de los delincuentes mexicanos más buscados por la DEA y considerado como uno de los líderes operativos del cártel de Sinaloa y colaborador cercano de los capos Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada.
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De acuerdo con información de las autoridades mexicanas y estadunidenses, Arellano Romero se encargaba de coordinar la importación y distribución de grandes cantidades de cocaína y marihuana de Ciudad Juárez, Chihuahua, a El Paso Texas.
Además traficaba con armas de fuego y coordinaba con la organización delictiva el lavado de dinero de las ganancias obtenidas por su actividad criminal.
Agentes de la Policía Federal Ministerial entregaron al presunto operador, quien es requerido por una Corte Federal de Texas, por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de asociación delictuosa, delincuencia organizada, contra la salud, lavado de dinero y posesión de armas.
Una vez agotadas las etapas del procedimiento de extradición, la Secretaría de Relaciones Exteriores dictó el acuerdo de extradición correspondiente, por medio del cual el Gobierno de México concedió la extradición.
La entrega se realizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Toluca, Estado de México, a los agentes del U.S. Marshals Service designados para su traslado final a Estados Unidos.
