Una mañana cualquiera se convirtió en una escena de tensión y miedo en San Juan de Aragón. Eran las 8:50 del lunes cuando la tranquilidad de un centro comunitario de San Juan de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero, fue quebrada por los gritos, las armas desenfundadas y la súbita aparición de un hombre armado que exigía 600 mil pesos como indemnización por haber sido despedido.
Dentro de un salón adaptado como gimnasio de crossfit, el hombre tomó como rehén a un instructor. Le apuntaba directamente a la cabeza. Afuera, el caos comenzaba y las cámaras de los medios que llegaron al lugar transmitieron lo que afuera sucedía, mientras las autoridades trataban de controlar la situación.

El primer reporte llegó por radio a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Hablaban de una persona armada en el centro educativo Leonardo Murialdo. En minutos, el perímetro fue rodeado: patrullas, ambulancias, periodistas y francotiradores ocupaban las calles.

Despliegan equipo de rescate
Para atender la situación, fue desplegado un equipo especializado en manejo de crisis y negociación de la Unidad Metropolitana de Operaciones Especiales (UMOE), junto con elementos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, específicamente del área antisecuestros.
Como parte de la capacitación que reciben los agentes de la UMOE se encuentra la negociación en situaciones de toma de rehenes. La reacción a tiradores activos es parte de la formación de los elementos más especializados, adiestramiento que sólo se da a los elementos más destacados.

“Al llegar a un salón que se utiliza como gimnasio crossfit, se observó a un sujeto que le apuntaba en la cabeza a un hombre”, narró el Subsecretario de Operaciones de la SSC, Elpidio de la Cruz Contreras.
En las inmediaciones del lugar se desplegaron incluso francotiradores.
“El agresor, de 41 años, efectivamente trabajaba antes en este lugar, en centro comunitario realizando actividades relacionadas con crossfit, a él se le fue retirado, todavía se está investigando los detalles de este suceso y él lo que reclamaba a la víctima en ese momento es que lo habían retirado del lugar de trabajo”, dijo Bertha Alcalde Luján, Fiscal de la Ciudad de México, en conferencia de prensa.

El presunto secuestrador fue abatido
▶️ De película: un hombre tomó a un rehén en centro pastoral de la GAM en CdMx porque reclamaba un despido injustificado. Fue abatido por policías luego de que pidiera un rescate de 600 mil pesos; aquí la crónica
— Milenio (@Milenio) July 2, 2025
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Negociador terminó con herida de bala en el cuello
Durante más de dos horas, los negociadores intentaron tranquilizar al agresor, mientras evacuaban el área y aseguraban el perímetro.
Mientras la escena se mantenía bajo vigilancia, cámaras de televisión transmitían. El operativo se desarrollaba en vivo, visible para todo el país. Y entonces, todo se desbordó.
El momento crítico ocurrió cuando la víctima intentó acercarse a una botella de agua, el secuestrador se alteró: levantó su arma y disparó dos veces, hiriendo a un agente de la fiscalía.

“Mientras se daba la negociación, ante un movimiento de la víctima para tomar agua, el sujeto se tornó repentinamente más agresivo, toma su arma y dispara en dos ocasiones lesionando así al agente y negociador quién estaba desarmado causándole una lesión superficial en el cuello y en la muñeca izquierda”, narró la FGJ.
“Personal táctico de la Secretaría de Seguridad Ciudadana intervino realizando un disparo que impactó en la región frontal del agresor provocando su fallecimiento”.
Las autoridades confirmaron que el agresor no tenía antecedentes penales ni denuncias previas, y que no existía registro de una disputa formal entre él y su víctima.

La Fiscalía antisecuestros abrió una carpeta de investigación y la Dirección de Asuntos Internos revisará el uso de la fuerza, aunque, preliminarmente, se determinó que fue una respuesta legítima, necesaria y proporcional.
El centro comunitario permanece cerrado mientras continúan las investigaciones. Una exigencia de dinero, un arma en la mano y un disparo final. Así terminó la mañana en San Juan de Aragón.
RM