Un juez federal sentenció a 11 años de prisión, sólo por delitos federales, a Andrés Caletri López, El Italiano, uno de los secuestradores más peligrosos que ha operado en el país, quien se dedicaba a vender o comprar a sus víctimas a otras células criminales.
El delincuente permanece interno en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, desde el año 2000.
Entre las víctimas de El Italiano, está el más alto directivo de Chrysler en México, además de empresarios textileros, dueños de cadenas de hoteles, e incluso al hijo y sobrino de los secuestradores Aureliano y Daniel Arizmendi, El Mochaorejas.
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Andrés Caletri López reclutó en su grupo delictivo a Álvaro Darío de León Valdez, El Duby, quien perteneció a la banda de Los Narcosatánicos, que dirigía el cubano Adolfo de Jesús Constanzo.
La Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), y la Fiscalía Especializada de Control Regional (FECOR), de la Fiscalía General de la República (FGR), lograron acreditar que Andrés Caletri es responsable de los delitos de delincuencia organizada, en la modalidad de secuestro y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Andrés Caletri fue detenido el 21 de febrero del 2000, en un poblado perteneciente al municipio de Pinotepa Nacional, Oaxaca, después de que la entonces Procuraduría General de la República (PGR) interceptó las llamadas con su concubina Elena Piña.
“Nos vemos en el infierno, nos vemos en el más allá”
Durante su detención se le aseguró un arma de fuego, 23 cartuchos útiles y dinero en efectivo. El Italiano enfrenta aún, a 21 años de su captura, diversas causas penales, así como otra sentencia condenatoria.
Antes de comenzar su carrera como secuestrador, formó parte de diversas bandas de asaltabancos, y logró escapar de diversas cárceles. La organización criminal de Andrés Caeltri operó principalmente en los estados de México, Morelos y el entonces Distrito Federal.
El día que la PGR lo presentó ante los medios de comunicación, el secuestrador se burló de su captura y dijo a los camarógrafos y fotógrafos: “Nos vemos en el infierno, nos vemos en el más allá”.
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