Joe Biden actual Presidente de los Estados Unidos tiene frente a sí la posibilidad de reelegirse en el cargo, sin embargo, está todo en su contra: un mal desempeño como Presidente, el hecho que compite contra otro ex Presidente como Trump, que va arriba en las encuestas y en los últimos meses se han hecho presentes varios episodios en los que el Presidente luce desorientado, con problemas de memoria y habla, que hacen pensar que tiene demencial senil, alzhéimer u otra enfermedad relacionada con el sistema nervioso.
Ello hace que pensar en votar por él sea inviable, nadie quiere que el Presidente del país más poderoso de la tierra, que a su vez es el comandante en jefe y tiene acceso a un arsenal nuclear gigantesco, tenga comprometidas sus capacidades cognitivas, aunque él se aferre a la candidatura.
En dicho escenario el electorado ya se convenció de que la edad de Biden ha hecho estragos en el mandatario y es imposible un triunfo en dicho contexto, lo cual generaría la inevitable llegada de Donald Trump de nuevo a la Presidencia, sobre todo porque después del atentando que sufrió y del primer debate, Trump tiene una racha positiva a su favor.
Biden ya no puede pensar solo en su carrera, sino en el país y en el partido Demócrata, ya que la única forma de ganar es con sangre nueva que le haga contraste a Trump, en donde la vicepresidenta Kamala Harris es la mejor carta, por su juventud, porque es mujer, porque es mitad afroamericana y mitad de origen hindú, además de provenir de un estado como California con muchos votos.
Incluso ya hay sondeos que indican que si Kamala Harris sustituyera a Biden como candidata del partido Demócrata, partiría con ventaja en las encuestas y por tanto, habría oportunidades reales de triunfo, por lo que el futuro de los Estados Unidos depende de la decisión que tome Joe Biden en los siguientes días, si se aferra seguro perderá y si da un paso a un costado los demócratas aún pueden ganar.
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