Desde el anuncio de la propuesta del paquete económico federal para el ejercicio 2021, el reclamo constante del Gobierno del Estado de Tamaulipas es el monto destinado, considerado insuficiente para las necesidades por afrontar el próximo año, en los proyectos y la operación de su administración como de los municipios.
En cada evento, conferencia de prensa u oportunidad donde tiene la palabra, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca persiste y llama a los diputados federales en defender los intereses de los 43 municipios, mensaje muy preciso y directo hacia los legisladores del bloque de la 4T.
Sobre ellos está el señalamiento de conseguir más dinero que vaya acorde con la entrega de impuestos generados por la entidad, principalmente por el tema aduanal y de comercio exterior. Sin embargo, omite por completo la aportación de otros representante tamaulipecos con curul en San Lázaro, entre ellos de su partido, el Acción Nacional.
El instituto político cuenta con tres diputados quienes llegaron vía la mayoría relativa en la elección del 2018: Nohemí Alemán, Salvador Rosas Quintanilla y Vicente Verástegui Ostos; hace menos de un año y mas por condiciones personales que de ideología, se sumó Mario Ramos, proveniente de Movimiento Ciudadano.
Como dice el adagio popular, “de los cuatro no se hace uno”. Basta ver la hora del debate y gestión, es decir, las reuniones de las diversas comisiones, donde brillan por su ausencia. ¿Por qué? Solo ellos saben sus justificaciones, muchas veces sin ser públicas.
Llevamos dos años y su desempeño deja mucho que desear. Muy distinto a otros legisladores del pasado quienes sí trabajaron por sus distritos y el estado en años anteriores, pese a ser oposición (gobernaba el PRI). Tocaron puertas con compañeros de otra bancada, llevaron proyectos, entendieron su labor y al final lograron los recursos necesarios.
El gobernador también debería exigirles; van para un tercer año y únicamente calientan silla, sin un aporte, ni siquiera defienden los intereses de los tamaulipecos como tanto lo dice su jefe político, pero sus prioridades son otras.
Ni en peores momentos, el PAN tuvo legisladores tan grises en el Congreso de la Unión como ahora.
