Nada más claro que un presupuesto para decirnos sobre el liderazgo político de un gobierno; si es responsable, con visión de futuro, basado en conocimiento técnico o por el contrario si es usado para controlar, aumentar el poder propio, usarlo de manera irresponsable o basado en el miedo. Mucho se puede analizar de un gobierno que no usa lo que tiene a su disposición, ahorra de más o lo mal usa en gastos superfluos. Pasa lo mismo en una familia, en una pareja. El manejo del dinero dice más de lo que creemos sobre los valores y prioridades de una persona.
El Presupuesto de NL ha sido la manzana de la discordia entre el Gobierno estatal y el resto de los partidos políticos. Dos años después todavía se deben fondos a los municipios, que los diputados de la oposición exigen como mínimo para iniciar las negociaciones esperadas en estos días. Otros municipios exigen los fondos para los Pueblos Mágicos, también pendientes desde el arranque de año. Y el Gobierno estatal quiere contraer deuda en el 2025, pero depende de la aprobación del Presupuesto del siguiente año. Todo esto sucede mientras el transporte público es ineficiente, la inseguridad arrecia y los mismos problemas locales persisten.
Vemos al gobernador Samuel García muy esperanzador de las negociaciones. Declaró recientemente que estará enviando al Congreso el Presupuesto 2025. Cabe destacar que en 2023 y 2024, la entidad no tuvo Presupuesto actualizado debido a las disputas entre los Poderes y los partidos políticos, obligando a las dependencias y organismos autónomos a aplicar el del año anterior, lo cual excluye la inflación y las necesidades nuevas de cada año.
El mayor reto que enfrenta nuestra política local es lograr consensos. Quedan tres años del Gobierno estatal y los nuevos legisladores están en su primer periodo; si quieren subir la vara, cumplir con su deber y cambiar la percepción ciudadana pueden hacer las cosas distintas.
Las prioridades de los gobiernos no se definen en discursos, se definen en el Presupuesto que destinan año con año. No bajemos la lupa del renglón presupuestario, y exijamos acuerdos y rendición de cuentas claras.
