¿Se imaginan a Batman teniendo su reality show en MTV? ¿South Park por fin en HBO? ¿Netflix enfrentando a un rival realmente peligroso en el streaming? Bienvenidos a esta posible realidad. Paramount —recién fusionada con Skydance— anunció su intención de comprar Warner Bros. Discovery. Las acciones de ambas compañías subieron tras el aviso. ¿Qué implicaría la fusión si se concreta?
Los estudios que por años compitieron podrían terminar como 20th Century Fox cuando fue absorbida por Disney. ¿Bueno o malo? Como negocio, lógico. En cuanto a contenidos, muchísimas más secuelas, menos espacio para el cine de autor y la probable desaparición de franquicias emblemáticas.
Luego está el ángulo informativo. ¿Qué sería de CNN en manos de un conglomerado que incluye a CBS, cadena que alguna vez cedió a presiones de Donald Trump tras una entrevista incómoda en 60 Minutes? ¿Qué pasaría con voces críticas como Bill Maher o John Oliver si quedaran bajo el mismo techo que canceló a Stephen Colbert alegando “falta de dinero”?
La historia reciente demuestra que estas fusiones traen recortes masivos, sobre todo en áreas creativas. Menos voces en el entretenimiento siempre significa pérdida de diversidad y de riesgo.
Lo claro es que las mayores fortunas siguen consolidándose en gigantes mediáticos que buscan sobrevivir frente a las tecnológicas. Pero en un contexto donde estas operaciones dependen de la bendición de la FCC —hoy bajo el control de Donald Trump— para no ser frenadas como monopolios, es imposible no pensar en el costo que esto puede tener en libertad de expresión y creatividad.
Esto apenas empieza. De nuevo.
