Algunos conocieron la fantástica sátira de Star Wars como La loca guerra de las galaxias, otros como SOS: hay un loco suelto en el espacio y otros cuando se estrenó en 1987 como La guerra de los esféricos. Los fans eternos de Mel Brooks no necesitamos de traducciones ridículas para reír a carcajadas de recordar la maravilla que hizo al iniciar todo con la princesa Vespa huyendo de su próxima boda con el príncipe Valium. El robot de la princesa, por cierto, se llamaba Dot Matrix y era interpretada por la siempre brillante y desenfrenadamente cruel Joan Rivers.
Qué grandes tiempos para la comedia. ¿Podría ocurrir de nuevo? La respuesta es sí. Lo van a intentar. (Spaceballs será un largometraje de acción real).
Ya no tenemos a John Candy (Barf) ni a Dom Deluise quien hacía al personaje mejor nombrado en la historia de la parodia: Pizza the Hutt (una mezcla entre una famosa pizzería y el terrible Java); bendito sea aún está mi amado Mel Brooks entre nosotros, haciendo chiste tras chiste, y apoyando a las nuevas generaciones de sus fans que quieren retomar la alegría de esos tiempos más simples para la comedia. Por cierto, Mel tiene 97 años y nada lo detiene.
Josh Gadd, de quien me enamoré a carcajadas cuando lo conocímos en el musical Book of Mormon encabeza este proyecto para Prime Video, y aunque no hay mucha información aún, les puedo decir que quienes somos fans de todos ellos no podíamos de la alegría ayer que la noticia comenzó a correr por el mundo.
En estos tiempos que (algunas) de las series originales de Star Wars parecen malas parodias de sí mismas es un gran momento para acordarnos de lo poderosa que puede ser la risa no involuntaria respecto a un título que antes parecía sagrado y que ahora ya solo es explotado sin piedad.