Los deseos de los políticos suelen moverse entre lo público y lo personal; en términos generales, aspiran a permanecer en el poder, ampliar su capital político, reducir el desgaste y posicionarse mejor ante la opinión pública. Además, buscan quedar bien con el partido que les llevó al poder y así evitar rupturas, fortalecer sus intereses personales, los políticos y no desean soluciones de fondo; prefieren los escándalos buscando llamar la atención, creyendo que la memoria ciudadana es corta.
Lo cierto, es que la inconformidad y la protesta de la población son secundarias al no ser importantes para su interés personal, por lo que sus voces no alcanzarán a hacer atendidas de manera general.
Al igual los políticos en el estado de Hidalgo practican el mismo sistema de fingir solucionar, dejando todas las peticiones del pueblo dentro de la lista del olvido, aunado a que piden tiempo para solucionar los problemas sociales, esperando heredarlos a otros grupos políticos. Lo visto, es que las problemáticas de la Huasteca, del Valle del Mezquital e incluso el robo del combustible en las zonas de Tula, Tulancingo y Cuautepec se mantengan bajo acuerdo y no se hagan públicos, que la pobreza se maquille con programas sociales asistencialistas y se oculten los malos resultados, haciendo que sus promesas y compromisos electorales se reciclen como si fueran logros cumplidos.
Además, los políticos piensan que pueden engañar a la ciudadanía hidalguense fácilmente; sin embargo, es una manera equivocada de ver la realidad, ya que los ciudadanos no sólo piden propósitos de cambio, sino que piden seguridad, empleo, justicia y su única esperanza del Año Nuevo es el bienestar, alejados de los políticos y de sus partidos.
Los hidalguenses a la fecha no tienen una esperanza de cambio, sólo sienten que es una continuidad de la misma clase política, que no ha brindado una transformación deseada por los pueblos.
El verdadero problema no es que el Año Nuevo traiga cambios, sino dejar que los políticos continúen simulando ser funciones de pueblo para el pueblo.
