Donald Trump hoy entra a ejercer su encargo como presidente de los Estados Unidos por segunda vez y durará cuatro años; por lo general, el presidente de la Corte Suprema es quien toma el juramento. Es así como el presidente procederá a dar su discurso tan esperado por el mundo, dada la incertidumbre inicial por saber si implementará o ejecutará las medidas que anunció durante su campaña electoral como presidente electo.
Lo anterior refiere las amenazas de aumentar los aranceles en 25% a los productos mexicanos y la reforma migratoria, iniciativas económicas o erradicar al terrorismo en el mundo, entre ellos el crimen organizado en México.
Para reforzar la frontera de su país, se prevé que restablecerá la construcción del muro fronterizo y aplicar la masiva deportación de inmigrantes indocumentados, esta medida busca proteger la industria y fomentar el empleo en Estados Unidos.
Pese a sus ideas agresivas y sus expectativas de firmar más de 100 órdenes ejecutivas en sus primeros días en la Casa Blanca, medidas que cubrirán temas de seguridad nacional, Trump ha manifestado que su prioridad es resolver los conflictos globales como la guerra en Ucrania; además ha declarado que podría poner el infierno en Gaza si los de Hamás no acuerda con Israel la paz.
Lo visto, es que su equipo ha logrado cambiar geopolíticamente el Medio Oriente y terminar con Hezbolá en Líbano y derrotar la presencia de Irán en la zona; acabar con la guerra de Rusia en Ucrania dada su amistad con Vladimir Putin, generar una guerra fría con China y reducir las importaciones de los países asiáticos, además de obligar al gobierno mexicano a frenar la inmigración y generar una estrategia común para combatir al crimen organizado y reforzar el intercambio comercial ordenado entre México y Estados Unidos, aunado a lo que se espera que haga con alusión a las medidas ejecutivas y empezar a dar forma a su nuevo gobierno, al contrario a su administración pasada, ahora pretende tener un gobierno encabezado por una democracia populista de derecha.
