Política

Jugarse la piel

  • Columna de Rogelio Montemayor Seguy
  • Jugarse la piel
  • Rogelio Montemayor Seguy

N. Nicholas Taleb, en su libro Jugarse la Piel, hace ver que “…jugarse la piel no sólo es necesario para la equidad, la eficacia comercial y la gestión de riesgos, es necesario además para comprender el mundo”. (Taleb, 2018, p. 18). 

Ello es así, dice el autor, entre otras razones, porque sirve para identificar y filtrar porquería al analizar las acciones y discursos, según el sujeto actor sea alguien que se juega o no se juega la piel, también porque plantea las distorsiones a la simetría o la reciprocidad necesaria para la vida en común. 

En otras palabras, jugarse la piel implica que si obtengo recompensas o beneficios debo ser capaz de asumir los riesgos y no dejar que otro pague el costo de mis errores. Jugarse la piel “…tiene que ver con el honor, la justicia y el sacrificio”. (Ibid, p. 21).

Lamentablemente tenemos un presidente que no se juega la piel. 

Un presidente que actúa sin pensar en las consecuencias de sus decisiones y acciones, y que no asume los costos de las consecuencias de sus decisiones.

Señor presidente, usted hizo campaña por muchos años. 

Desde su primera derrota electoral se dedicó a recorrer el país hasta que 12 años después logró el triunfo. Eso no está en duda.

Más de la mitad de los que votaron en la elección presidencial le dieron su voto y confiaron en usted.

En sus muchos años de recorrer el país, usted conoció las aspiraciones, quejas y agravios de muchos mexicanos. 

Debió entender que a México le hacía falta crecer más rápido para reducir más rápidamente la pobreza, hacerlo con más inclusión y equidad, pues eran ya insostenibles los niveles de desigualdad en el país y era necesario reducirla, y que la corrupción era ya un problema grave que requería un freno urgente.

Tuvo tiempo de preparar sus respuestas a dichos problemas, 12 años al menos, y no hay duda de que usted ganó, en buena medida, por el hartazgo de muchos ante la corrupción, pública y privada, de mexicanos de todos los niveles socioeconómicos, quienes pensaron que usted podría acabar con dicho problema.

Y cuando asumió el cargo para el que fue electo, la Presidencia de la República Mexicana, usted juró guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanan, mirando en todo por el bien y por la prosperidad de los mexicanos.

Señor López Obrador, usted buscó la Presidencia de la República, tuvo oportunidad de conocer la problemática del país, tiempo para preparase para enfrentar dichos retos y brindar mejores soluciones que las que brindaron en su momento sus antecesores. Logró su deseo, ganó el cargo que buscaba.

Lamentablemente, hasta ahora, usted no ha querido asumir los riesgos que conlleva el ejercicio del poder que representa el cargo que el pueblo de México le confirió, y actúa sin ver las consecuencias de sus decisiones, culpando a otros, conservadores, fifís, adversarios, y multitud de adjetivos que usa diariamente para caracterizar a quien no ve las cosas como usted o cuando las cosas van mal.

Usted ya recibió del pueblo de México la recompensa a sus años de campaña, ya es Presidente de la República, ya recibe los beneficios que el cargo conlleva: 

Económicos como un sueldo, casa sin pagar renta, viajes gratis, ayudantes y asesores para lo que desee; sociales, puede ser recibido prácticamente en cualquier casa de México, ver y socializar con quien desee, como lo hizo en la muy difundida reciente vista a Sinaloa; de poder, para destruir instituciones como PRO México, Seguro Popular, Guarderías y otras que han sido desaparecidas en los meses de gobierno que van, así como para eliminar múltiples programas de gobierno como los de Apoyo al campo, entre otros; para cancelar proyectos de inversión como el NAIM o el reciente de Constellation Brands, para forzar a empresarios a comprarle boletos para una rifa relacionada con un avión presidencial que no ha podido vender, poder para modificar leyes a modo para nombrar a un amigo suyo en un determinado cargo. 


*Ex Gobernador de Coahuila

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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