La semana pasada se llevó a cabo una reunión relevante para la agenda del agua. Como resultado de una reunión sostenida por los gobernadores de Guanajuato y Jalisco, Diego Sinhue Rodríguez y Enrique Alfaro Ramírez, respectivamente, se anunció un acuerdo político “para garantizar una distribución justa del agua de la cuenca del Río Verde” para ambas entidades (MILENIO JALISCO, 18 de junio). En el marco de esa misma reunión de trabajo se anunció que se solicitaría, con carácter de urgente, un encuentro con el titular del Ejecutivo federal y su equipo “para encontrar una solución definitiva a un problema que ha afectado a ambos estados desde hace tiempo”.
Tanto por la sequía que azotó en la región, el agotamiento de presas y el desabasto del vital líquido en un buen número de colonias del Área Metropolitana de Guadalajara, durante este año la cuestión del agua se volvió crítica para la agenda de Jalisco.
En el caso de Guanajuato, la gravedad de la cuestión del agua es más añeja, derivado de sus propias condiciones geográficas y climáticas.
Sin demeritar la capacidad gubernativa de Jalisco en materia de agua, orgánicamente expresada a través de la Secretaría de Gestión Integral del Agua, cuya estructura resulta relativamente pequeña con apenas siete cargos de confianza y orientada a la consecución de diez indicadores según el Sistema de Monitoreo e Indicadores del Desarrollo (MIDE), me parece que el gobierno del estado no está aprovechando adecuadamente la oportunidad, que significa el fomento de conductas sociales más racionales respecto del consumo del vital líquido.
Más allá de escuetos comunicados emitidos por parte del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), en los que se enfatizan recomendaciones con el propósito de racionalizar el consumo del vital líquido, no se aprecia una intención gubernativa con un sentido más proactivo a favor del componente de corresponsabilidad social, que amerita y exige una gestión del agua que, al menos en el discurso, aspira a ser integral.
No caería nada mal que las autoridades voltearan a ver y aprendieran de iniciativas vecinales desplegadas en no pocas colonias.
Roberto Arias
roberto.arias@coljal.edu.mx
