Ser el mejor del mundo obviamente no es nada fácil, pero cuando se trata de Scottie Scheffler parecería que sí lo fuera. Cuando juega en los torneos es como si estuviera en su club jugando con sus amigos en un fin de semana cualquiera, es como si jugara de forma inconsciente y no supiera lo que está sucediendo a su alrededor.
La temporada anterior fue de ensueño para Scheffler, logrando siete victorias en el año, incluido el Masters y el Tour Championship, además del triunfo en la Presidents Cup y muy importante resaltar la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de París 2024 cuando por primera ocasión lo pudimos ver vulnerable al soltar lágrimas cuando recibió su medalla. Por si todo esto fuera poco, a fin de año también se llevó la FedEx Cup, para un récord de más de 60 millones de dólares en una sola temporada y así redondear una de las mejores temporadas en la historia del golf.
En diciembre del año pasado Scottie sufrió un accidente casero cuando se cortó la mano derecha y aunque sencilla, debió tener una intervención que le hizo perderse los primeros torneos de la presente temporada. Su regreso fue un poco errático, sobre todo arriba del green cambiando de grip y de putter, además que también se le veía la desesperación de no poder lograr buenos resultados.
Después de Houston vino el cambio, ronda final de 63 para terminar en segundo, después cuarto en Augusta, y esta semana por fin llegó el triunfo en el CJ Cup Byron Nelson, torneo que se juga en su propia casa y lo hace de forma espectacular al tirar 31 abajo del par del campo, ganar por ocho de ventaja y lo más importante, romper el récord del score más bajo de todos los tiempos en un torneo del PGA Tour.
Scottie es el jugador más dominante de los últimos años, y esto no cambia nada su forma de ser. Vive en el mismo lugar y asiste al mismo club de joven, es incansable en la práctica, se queda hasta firmar el último autógrafo en el campo y lo más importante de todo es que siempre pone a su familia como su gran prioridad, su esposa Meredith, quien fue su novia desde la secundaria, y ahora el pequeño Bennet. Faltan dos semanas para el PGA Championship: hagan sus apuestas.
