En el transcurso de las campañas electorales se han estado exponiendo las visiones de país que representa cada fuerza política, cada quien tiene diferentes apreciaciones de la realidad, para la oposición evidentemente el país es una catástrofe y describen una realidad apocalíptica insostenible, que realmente se han excedido en sus descripciones y sus fantasiosos augurios, como aquellos que aseguraban que Andrés Manuel se iba a reelegir y que México se convertiría en Venezuela y que iba a haber crisis social y económica con fuertes devaluaciones, ninguna predicción se llevó a cabo y sí el deterioro de su cada vez más devaluada credibilidad.
Este día precisamente se llega a la mitad temporal de la campaña según la ley electoral, son casi 30 puntos de diferencia que el efecto del debate todo apunta para que se amplíe la ventaja de la candidata oficial según las mediciones de prácticamente todas las casas encuestadoras, queda mes y medio de campaña y es realmente imposible revertir las tendencias, ya la disyuntiva no es si gana Sheinbaum la elección presidencial, es más bien si el voto le alcanza para obtener las dos terceras partes en las cámaras del congreso federal y si es así, el presidente se despedirá con las reformas constitucionales las cuales serían estocadas fulminantes para la oposición.
Frente a esa realidad, muchos actores políticos, empresarios, de medios de comunicación se sienten amenazados en sus riquezas hechas al amparo del poder, sin que puedan justificar el origen lícito de bienes dinero que no coincide con sus ingresos, sienten temor de perder la libertad y les duele no recibir ya más de lo que recibían en los gobiernos del PRIAN, no estaban preparados para la perdida de privilegios, esta situación para algunos no es fácil procesar ni asumirla como su nueva realidad, por ello se entiende el nivel de agresión, sus actuaciones y expresiones de odio que se manifiestan en su campaña electoral.
Hay temas sustanciales en la agenda política del país en los que definitivamente no hay punto de encuentro, ni acercamiento, son dos posiciones inamovibles una de la otra, tienen que ver con cuestiones ideológica, su concepción de vida y de país, como esos temas de los derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo o las terapias de conversión entre muchos tópicos que realmente no hay forma de conciliar, aunque la polarización está en todos los ámbitos de la vida pública aunque también hay que aclarar que quienes están en contra de las transformaciones que está teniendo el país es realmente una minoría que se auto sobredimensiona por su estruendosa campaña y que tiene consigo muchos medios de comunicación.
Sin duda se arrepienten de haber designado a la candidata del frente opositor porque aflora ya su incapacidad política, sus carencias de conocimientos y de habilidades elementales para tener competitividad electoral, pero no había mucho de donde escoger, y no es tanto de un personaje que los pudiera salvar, es una inercia de declive político y electoral desde 2018 que no han podido contener, no entienden que es un fenómeno social en el que la ciudadanía ha adquirido otro nivel de conciencia y se ha estado involucrando cada vez más en los asuntos públicos, frente a una sociedad cada vez más informada, consiente y participativa es prácticamente imposible que sea manipulada como en los tiempos de manejo y control absoluto de medios de comunicación que ocultaban o tergiversaban la realidad.
