Política

Puebla, con una Policía fallida

La seguridad pública en los tres órdenes de gobierno está rebasada en Puebla por la delincuencia común y las bandas ligadas al narcomenudeo.

Un día y al otro también los mandos policiacos son burlados por los delincuentes en la comisión de diversos delitos, incluido el homicidio doloso.

Y no se trata de poner a un policía de vigilancia a cada delincuente en sus rivalidades o a los ciudadanos vulnerables a ser víctimas, sino de tener la estrategia preventiva, tan elemental como instalar vigilancia policial en un centro de vacunación para protección de menores y tutores.

Las policías de hoy en el estado, y las federales con la Guardia Nacional en esas funciones, son corporaciones y estrategias fallidas.

En algunos lugares como en el municipio de Amozoc prácticamente son inexistentes, no fallidas, pero lo mismo cobran en la nómina oficial del ayuntamiento que de narcomenudistas y huachicoleros.

Lo único que se les puede reconocer a las policías preventivas en el estado es que llegan al lugar donde se cometió algún delito más rápido que los de SUMA del 911, porque en algunos casos ni llegan, pero los uniformados por lo menos toman notas de lo sucedido, solo eso.

Es tal el relajamiento de la disciplina policial que se observa en los agentes uniformados, recargados con el calzado en la pared, las manos y vista en el celular, o con la bota sobre el banco del aseador de zapatos, que ni de eso son capaces de lustrar, como si fuera burócratas, “gutierritos”.

Si así es la tropa, ya podrá imaginarse los mandos medios y altos, que no salen de las oficinas climatizadas y solo van a la calle por los eventos oficiales con los uniformes que no honran en portarlos. Pero peor aún, manchan el uniforme policial con actos de barbarie como el ocurrido en Coyomeapan.

Los hechos de ayer en la colonia Francisco I. Madero donde fue atacado un hombre que llevaba a su hijo menor a vacunar, solo muestra la ineptitud de las policías cuando se trata de brindar seguridad en concentraciones masivas, como son los centros de vacunación.

Pero si no son capaces de hacer lo elemental, menos podrán con las extorsiones a choferes del transporte público, asaltos a pasajeros, robo a cuentahabientes, atracos a comercios y delitos de alto impacto como el homicidio doloso y secuestros.

Pablo Ruiz Meza

pablo.ruiz@milenio.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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