El Partido Morena va de los excesos a lo grotesco con el despliegue propagandístico de los aspirantes a la candidatura presidencial, a la gubernatura y a las alcaldías.
Cientos de bardas pintadas con nombres e imágenes de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Nacho Mier, Alejandro Armenta y Julio Huerta inundan calles y avenidas en municipios metropolitanos de la ciudad de Puebla, en las regiones rurales y en rutas carreteras.
Se trata en los hechos de una campaña anticipada de Morena con respecto a los tiempos constitucionales de los procesos electorales para las elecciones presidenciales, legislativas, a la gubernatura y las municipales del 2024.
Alentadas desde el púlpito presidencial de las mañanera bajo la figura de las “corcholatas”, las campañas proselitistas anticipadas se desbordaron y contaminaron a estados como Puebla, donde se elegirá gobernador.
En buena medida se desató la “fiebre” proselitista con cientos de miles de promocionales en bardas, anuncios panorámicos, en puentes peatonales, promociones disfrazadas de entrevistas y en redes sociales, por la sencilla razón que será mediante encuestas como elegirán a candidatos.
La guerra de bardas se aceleró entre los grupos políticos de Morena porque el diputado federal Ignacio Mier Velazco les madrugó con un despliegue de su imagen en anuncios panorámicos, y a ras de piso con bardas y reuniones en giras promocionales, para posicionarse.
Los barbosistas hicieron hasta lo imposible por “bajar” los promocionales de Mier Velazco y presionaron a la autoridad ambiental para eliminar estructuras de espectaculares “irregulares”.
El gobernador calificó en principio la aparición de tanta publicidad promocional como una “contaminación visual”, pero parece que la “contaminación” se desbordó, como en el río Atoyac.
El senador Alejandro Armenta y el secretario de Gobernación Julio Huerta buscaron recuperarse del madruguete y también empezaron a contaminarlo todo, pintarrajeando bardas en municipios.
Sin demerito del derecho legítimo de los militantes de Morena a ser postulados a un cargo de elección popular, lo lamentable de las campañas anticipadas es que no están reguladas por ese partido ni por la autoridad electoral, y nadie los obliga a informar del origen y monto de gastos.
Son los síntomas del partido único, en la era de la 4T.
