Son tan importantes los 10 mil millones de dólares de la firma automotriz estadounidense Tesla, que los mil 247 millones de dólares de la empresa minera filial de la canadiense Almaden Minerals.
En el primer caso, si bien Puebla levantó la mano para atraer la inversión para instalar la fábrica de autos eléctricos – que ni remotamente estaba contemplado- finalmente se instalará en Santa Catarina, Nuevo León.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador fue tajante, primero, en que no otorgaría los permisos a Tesla para instalarse en Nuevo León, arguyendo la escasez de agua en esa entidad, después de una videoconferencia con Elon Musk, cambió de opinión.
Algo similar ocurre en Puebla con la inversión canadiense de la empresa Minera Gorríón SA de CV, filial de la firma Almaden Minerals.
La empresa encargada del proyecto planea invertir mil 274 millones de dólares, es decir, alrededor de 26 mil 274 millones de pesos, en el proyecto de Mina Ixtaca, para extraer otro y plata en Ixtacamaxtitlán, en la Sierra Norte.
Sin embargo, a pesar de cumplir los requisitos para la extracción, encontró oposición de un grupo de pobladores, con el argumento que afectarían los mantos freáticos por el consumo de agua, y luego impugnando la consulta pública a los pueblos de la región. La consulta se realizó, pero pobladores de diversas comunidades impugnaron el resultado, con el argumento de que no habían sido consultados todos los pueblos; se repondría el proceso.
Para iniciar los trabajos de explotación minera la filial obtuvo de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) la autorización para iniciar los estudios de impacto ambiental y los permisos de la Secretaría de Economía como lo establece la Ley Minera.
Para la firma Minera Gorrión, filial de la canadiense Almaden Minerals, la decisión del gobierno federal es contraria a la Ley Minera, la sentencia de la SCJN y al Derecho Internacional, recriminaron los inversores y anuncian emprenderán acciones legales.
Minera Gorrión, como ocurrió con Tesla, merece diálogo; se trata de inversión de Canadá, el otro socio comercial de México, y una importante inversión para Puebla.
Pablo Ruiz Meza
